La experiencia de emigrar a otro país puede generar miedos, dudas e interrogantes en aquellos que dejan atrás una trayectoria profesional exitosa, una empresa consolidada o habilidades especiales adquiridas a través de un hobby. A menudo nos preguntamos si debemos empezar desde cero al llegar a un nuevo destino, como es el caso de aquellos que han emigrado a los Estados Unidos de América. Si bien se ha escrito mucho sobre este tema, la pregunta sigue resonando en nuestras mentes: “¿Debo comenzar de cero?”
Existen diversas opiniones al respecto, pero personalmente nos identificamos con la idea de que no comenzamos desde cero. Al emigrar, llevamos con nosotros una trayectoria, conocimientos y habilidades que forman parte de nuestro capital para invertir en el nuevo país. Sin embargo, es importante tener en cuenta que, en la mayoría de los casos, nuestra hoja de vida estará en blanco en el nuevo lugar, ya que pocas personas nos conocen y debemos demostrar con acciones concretas nuestras capacidades para desempeñar un trabajo, resolver necesidades o formar parte de proyectos.
Al comenzar en un nuevo país, es común desconocer cómo aplicar aquello que sabemos hacer en nuestro país de origen de manera adecuada en el nuevo entorno. Puede que desconozcamos las leyes que regulan la materia, las mejores prácticas comerciales del sector, el mercado en el cual deseamos desarrollar nuestra actividad, los costos y los precios, entre otros aspectos importantes. Además, construir una red de contactos (networking) es fundamental, pero al llegar a un nuevo lugar esta red suele ser limitada. Este último aspecto es clave de éxito.
En resumen, no empezamos desde cero, pero debemos llenar nuestra hoja de vida con hechos y acciones positivas. Debemos demostrar que somos confiables y necesarios, además de conocer en profundidad el área en la que deseamos emprender. Aunque poseamos un amplio conocimiento acumulado de nuestro país de origen, desconocemos el alcance de lo que implica llevar a cabo esa actividad en el nuevo país.
Partiendo de estas premisas y con un espíritu de servicio hacia los demás, queremos brindar algunas recomendaciones a aquellos emprendedores que deseen continuar desarrollando sus habilidades en este maravilloso país que ofrece innumerables oportunidades para quienes se enfocan en el bien hacer.
Una opción válida, si deseas seguir desarrollando tu carrera en un área específica, podría ser emplearte en una empresa que ofrezca servicios similares en el nuevo país. Esta experiencia te permitirá conocer el negocio desde adentro y, lo más importante, aprender cómo se lleva a la práctica en este lugar. Podrás evaluar el mercado, las mejores prácticas comerciales, servicios complementarios que quizás no se prestan en tu país de origen, la estrategia de comunicación utilizada para llegar a los clientes potenciales, las políticas de atención al cliente, los proveedores, los productos, entre otros aspectos relevantes. Esta opción es ideal cuando no se cuenta con un capital importante para invertir, ya que te permitirá avanzar de manera gradual y saltar al ruedo cuando te sientas preparado.
Por otro lado, si dispones de capital y deseas acortar los tiempos, te recomendamos buscar asesoría especializada para minimizar los riesgos y evitar cometer errores comunes en el emprendimiento, sobre todo en un mercado distinto al que conoces. Creemos firmemente en la importancia de crear un equipo multidisciplinario de asesores que te ayuden a establecer el marco legal, operativo y financiero necesario para encaminar tu negocio hacia el éxito en el menor tiempo posible. Durante la etapa de comprender el mercado, es importante recibir asesoramiento adecuado, ya que este se encuentra en constante cambio debido a las diferentes estaciones, fechas patrias, usos y costumbres, entre otros factores que deben considerarse en tu plan de negocios.
Además de lo mencionado anteriormente, dos aspectos fundamentales para tener éxito en cualquier país al que emigres son tu capacidad de adaptación y tu resiliencia. Entendiendo al éxito no como un fin, ni tampoco un camino, sino como un deber para contigo mismo y para el bienestar de tu familia.
Muchas veces, aquellos que emigran desean seguir haciendo las cosas como las hacían en su país de origen, sin respetar las leyes, usos, costumbres locales o normas de etiqueta, así como las mejores prácticas comerciales y crediticias, sin pensar que se vinieron de allá, porque las cosas no funcionaban adecuadamente, por los mismos motivos. Es importante comprender que muchas cosas no funcionan de la misma manera en todos los lugares y que la falta de adaptación puede generar problemas para integrarse en la nueva sociedad. Aprender el idioma, por más difícil que parezca, respetar las normas de convivencia, pagar tus impuestos, generar una red de contactos personales y comerciales, son estrategias que pueden brindarte buenos resultados a corto plazo.
En cuanto a la resiliencia, muchos han desarrollado el hábito de creer que las cosas se construyen de la noche a la mañana. Sin embargo, en la mayoría de los países desarrollados, las cosas toman tiempo y requieren constancia. Aquí se siembra una semilla, se riega y se cuida para luego cosechar los frutos. La buena noticia es que, al tratarse de un país lleno de oportunidades, la cosecha será proporcional a la siembra. En otras palabras, siembras de manera adecuada, te enfocas en hacer las cosas bien, con respeto, trabajo duro, honestidad, eficiencia y responsabilidad, y el tiempo hará milagros, los resultados positivos llegarán. Es fundamental tener presente que este país no está diseñado para personas sin buenos hábitos de trabajo, malos hábitos financieros, deshonestidad o falta de respeto por las leyes. Aquellos que siguen la filosofía de “como vaya viniendo, vamos viendo” suelen tener dificultades para adaptarse y prosperar.
En conclusión, si deseas emprender en aquello en lo que eres bueno, no dejes de considerar estos consejos que hemos compartido contigo. Además, busca el apoyo de expertos, como un buen abogado, un asesor de marketing y ventas con experiencia en tu mercado, y un asesor de negocios que te ayude a construir e implementar tu plan de negocios. Únete a cámaras y grupos de networking, como el que regularmente organiza El Venezolano Houston, donde hemos tenido la oportunidad de participar y conocer a personas extraordinarias con gran espíritu de servicio y experiencia en sus respectivas áreas. Recuerda que, con dedicación y esfuerzo, podrás alcanzar tus metas y contribuir al bienestar de tu familia y a tu propio desarrollo. Emprender en un nuevo país puede ser desafiante, pero también emocionante y lleno de oportunidades.
En esta oportunidad cerramos con esta frase del novelista escocés Robert Louis Stevenson, “No juzgues cada día por la cosecha que recoges, sino por las semillas que plantas.”