Foto: EFE/ Marc Arcas
(EFE).- El nuevo computador de escritorio iMac de Apple es el primero que la empresa ha construido en torno a su chip de fabricación propia M1, lo que le ha permitido integrar la potencia de este procesador en un diseño ultrafino que lo convierte en una buena opción para profesionales con trabajo remoto.
Lo primero que llama la atención ya a simple vista del nuevo ordenador de Apple es su finura: la pantalla, de 24 pulgadas y resolución 4,5 K, tiene un grosor de únicamente 11,5 milímetros, lo que también lo hace muy ligero y fácil de transportar.
Así, aunque sigue siendo una computadora de escritorio, el nuevo iMac puede llevarse con facilidad de una habitación a otra según más convenga, algo a lo que ayuda el hecho de que venga con el teclado y ratón inalámbricos, de manera que el único cable que hay que desconectar y volver a conectar es el de la alimentación eléctrica.
Al margen del grosor de la pantalla, el diseño es marca de la casa: austero y elegante, viene disponible en siete colores distintos -verde, amarillo, naranja, rosa, violeta, azul y plateado-, con la franja frontal de un tono más suave para no cansar la vista y la parte posterior y los lados, completamente saturados.
Si por fuera el M1 ha permitido rebajar sustancialmente el volumen (hasta un 50 % menos), por dentro el nuevo chip se muestra en su mayor esplendor, con un rendimiento muy elevado que permite, por ejemplo, que el ordenador se inicie en únicamente veinte segundos.