Foto: EFE/Michael Reynolds/Archivo
(EFE).- Estados Unidos impuso este miércoles sanciones a dos destacadas fundaciones iraníes, al alegar que permiten al líder supremo de Irán, Alí Jameneí, controlar de forma “corrupta” amplios sectores de la economía del país, incluidos activos arrebatados a disidentes y minorías religiosas.
La medida, anunciada en un comunicado por el Departamento del Tesoro, es un nuevo intento de reforzar la presión a Teherán una semana antes de que el presidente Donald Trump, abandone el poder.
Las sanciones afectan a la importante fundación Astan Quds Razaví (AQR), que gestiona el mausoleo del imán Reza en la ciudad santa de Mashad, y a un poderoso conglomerado llamado “Ejecución de la Orden del Imán Jomeiní” (EIKO, en inglés), que está bajo el control directo del líder supremo iraní.
“Estas instituciones permiten que la elite de Irán mantenga un sistema corrupto de propiedad sobre amplias partes de la economía de Irán”, dijo en el comunicado el secretario saliente del Tesoro de EE.UU., Steven Mnuchin.
Las dos fundaciones, junto a la ya sancionada Bonyad Mostazafan y otra llamada Jatam al Anbiya que opera una base aérea, supuestamente “controlan más de la mitad de la economía iraní”, según el comunicado.
El Tesoro describió esas instituciones como “bonyads”, organizaciones “opacas y cuasi oficiales, controladas por cargos gubernamentales y clérigos” y que “no necesitan aprobación pública de sus presupuestos”, lo cual les ha permitido “acumular enormes cantidades de riqueza sin dar el beneficio prometido al pueblo de Irán”, además de favorecer la “corrupción sistémica”.