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Estados Unidos y la farmacéutica Lillly anunciaron el inicio de la fase 2 de pruebas con anticuerpos monoclonales, técnica que ha dado resultados satisfactorios en personas con casos moderados de la COVID-19 y que podría contribuir a tratar la enfermedad hasta la llegada de una vacuna.
Los Institutos Nacionales de Salud (NIH) por sus siglas en inglés y la farmacéutica Eli Lilly perpetrarán dos ensayos de un tipo de anticuerpo sintético monoclonal conocido como LY-CoV555, desarrollado en colaboración con la canadiense AbCellera.
Los ensayos con el NIH intentarán comprobar la efectividad de estos anticuerpos en personas con síntomas suaves a moderados del COVID-19.
Uno de los ensayos se enfocará en 220 personas no hospitalizadas, mientras que otros examinarán la respuesta en 1.000 personas hospitalizadas con menos de 13 días mostrando síntomas.
Una muestra aleatoria de voluntarios no recibirá más que un placebo para poder tantear el impacto real de este tratamiento, similar a la de anticuerpos de plasma de pacientes recuperados a diferencia que en esta nueva terapia desarrolla los anticuerpos de manera sintética y no depende de la disponibilidad de donantes.
“Investigar diferentes terapias, incluida la de anticuerpos monoclonales, nos ayudará a asegurar que avanzamos hacia un tratamiento efectivo para enfermos de la COVID-19 lo más rápido posible”, explicó el doctor Anthony Fauci, director del Centro Nacional de Enfermedades Infecciosas del NIH, en un comunicado.
El tratamiento se efectuará durante 28 días para entonces ampliar en la fase 3 el grupo de voluntarios a 2.000 y acordar si el tratamiento es seguro y si reduce las hospitalizaciones y el empeoramiento de la enfermedad.
Con información de EFE…