
Venezuela dejó de ser aquel país famoso por sus hermosos paisajes, producción petrolera y reinas de belleza para ser hoy en una nación de dolor y muerte. Cuesta decirlo pero es la cruda verdad.
Casi una persona asesinada por día, además de miles de heridos y detenidos abusivamente, han dejado las recientes protestas populares contra las medidas políticas y económicas de Nicolás Maduro, mientras que el resto del mundo espera que “suceda algo”, como simples espectadores de una película de acción y terror, donde los muertos caen a diestra y siniestra y todavía quieren saber qué más vendrá.
El reverendo Desmond Tutu acuñó una frase célebre: “Si eres neutral ante la injusticia, has elegido el lado del opresor”. Él no fue un simple pacifista ante el “apartheid” sudafricano, sino que luchó activamente a favor de la libertad. Por tal motivo fue reconocido con el premio Nobel de la Paz en 1984.
Hoy en día Venezuela necesita muchos “Desmond Tutu”, tanto dentro como fuera de sus fronteras. Ante la represión de un grupo de personas que se aferra al poder sin asumir la responsabilidad de su fracaso y desfalco a la nación, a pesar de su impopularidad, es necesario tomar acciones concretas que permitan una solución factible, rápida, sostenible y lo menos traumática posible.
Ayer Venezuela tendió la mano a las naciones víctimas del nazismo y demás regímenes autoritarios, hoy los venezolanos necesitan de la ayuda efectiva del mundo. #SOSVenezuela
EV Houston
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