
Pero esta seguidilla de huracanes que hoy azotan al mar Caribe y el Pacífico es consecuencia del recalentamiento global, causado principalmente por la emisión de gases de efecto invernadero que proceden, en su mayoría, de la actividad industrial. En pocas palabras: los humanos estamos cosechando lo que hemos sembrado, siendo los inocentes quienes pagan "los platos rotos".
Decenas de científicos, en diferentes artículos, han advertido que los efectos del huracán Harvey sobre Houston fueron duros debido a una confluencia crítica de eventos meteorológicos: aguas cálidas en el golfo de México que intensificaron las lluvias y falta de viento en la atmósfera superior que hubiese alejado al tifón del territorio continental.
Para empeorar la situación, según Hal Needham, un experto en marejadas ciclónicas y fundador de la empresa privada Marine Weather & Climate, de Galveston, Texas, las mareas generadas por el huracán se elevaron por encima de la bahía de Galveston, causando el bloqueo del drenaje de la lluvia que afectó a las zonas costeras y el territorio continental.
Ya estamos perdiendo la cuenta de los huracanes que nos han azotado en esta temporada: Harvey, Irma, José, María, Katia, Lee, Norma, Otis y pare de contar… Al cierre de esta edición "José" y "María" están activos. Son muchos "ventiladores" tratando de refrescar este planeta recalentado, mientras tanto, la administración de Donald Trump no cree en el impacto humano sobre la atmósfera. Es necesario que todos tomemos medidas a favor de la supervivencia de la vida, tal como la conocemos.
EV HOUSTON
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