
Los hijos son una bendición, reza el dicho popular, y eso lo sabe muy bien cualquier padre y madre que da lo mejor de sí por su descendencia. Los padres quieren para sus niños una buena formación académica que sirva como herramienta para el éxito.
Cada quien sabe los potenciales que tienen sus hijos, así como los obstáculos que deben superar con esfuerzo para destacarse en la escuela, por lo que aspiran que sean evaluados de forma justa.
Todos recordamos cuánto nos desalentaba recibir una calificación baja tras haber presentado un examen o haber culminado un período escolar, pero ese sentimiento era peor cuando el maestro no tomó en cuenta los sacrificios y otras aptitudes involucradas a lo largo del año escolar.
Esta situación de nuevo está en discusión en los distritos escolares de Texas con la reciente implementación de un sistema evaluativo que, según algunos, no refleja todos los aspectos integrales en el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Ese es uno de los temas que abordamos en esta edición 170. Es necesario que todos participen en un gran debate sobre este sistema de calificaciones: autoridades escolares, directores de escuelas y secundarias, padres y hasta los propios estudiantes deben participar en una amplia discusión para buscar modelos de evaluación integrales que consideren todos los aspectos involucrados durante el año escolar.
Es necesario que las “reglas del juego” sean claras y precisas para que la participación en el proceso de enseñanza-aprendizaje sea justa.
EV Houston
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