Una vez más Houston fue víctima de las inclemencias atmosféricas. Torrenciales lluvias inundaron buena parte de la ciudad y sus alrededores, ocasionando pérdidas de vidas humanas, así como cuantiosos daños materiales.
En los medios de comunicación abundan imágenes de las calles anegadas de agua pero, en medio del desastre, se observa que la fe en la humanidad todavía persiste: cientos de personas ayudando a los afectados, muchos de ellos ni siquiera se conocían hasta ese momento. No escatimaron esfuerzos y apoyaron a las víctimas, las sacaron de sus viviendas y carros y hasta les brindaron un refugio temporal.
Las palabras de ánimo, el café caliente, una frazada, una mano amiga… Todos estos elementos que conmueven hasta el corazón del más reacio quedaron de manifiesto nuevamente en esta gran ciudad.
¡Cuánto valoramos una mano amiga ante las necesidades! ¡Qué bien nos hemos sentido cuando alguien nos ha ayudado o hemos ayudado a alguien en momentos de dificultad! En ambos momentos hemos percibido el valor de la solidaridad.
La solidaridad no es una obligación ni un sentimiento superficial. No se puede ver como un simple deber por pertenecer a un grupo (familiar, laboral, político o religioso), ni como un sentimiento que nace ante las necesidades del prójimo. Es más bien una actitud de entrega, de apoyo, de colaboración que se asume voluntariamente, de forma constante y que supone generosidad.
Vivir la solidaridad llena el corazón de seguridad, estímulo y paz. ¿Quién no ha experimentado la alegría de poder ser útil a los otros y ver sonreír a quien se apoya o ayuda ante la adversidad? Uno se ve estimulado a auxiliar a los demás de manera frecuente y se posee la convicción de que es la manera correcta de obrar en esas circunstancias.
Desde este espacio informativo expresamos unas cálidas palabras de agradecimiento a todas las personas que ayudaron a las víctimas de las recientes inundaciones, incluyendo por supuesto a los cuerpos de seguridad y rescate. Ustedes son parte de los rostros que hacen hermosa a Houston: la ciudad solidaria.
EV Houston
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