
En estos días de crisis que atraviesa Venezuela, los nacidos en esa tierra hemos demostrado que estamos unidos por la libertad, la paz y la reconciliación entre hermanos.
Aquí en Houston se han realizado muchas jornadas, manifestaciones pacíficas, foros y demás actividades para apoyar a nuestros estudiantes, incluso, han organizado eventos cuyos fondos económicos han sido destinados para enviar medicamentos e insumos ya que como todos saben, en Venezuela es casi un lujo. También se han entregado cientos de documentos a la OEA, institutos, universidades y demás autoridades solicitando que tomen acciones.
Nosotros, los venezolanos residentes en el extranjero, estamos tan comprometidos con esta lucha que ni siquiera estamos de ánimos para celebraciones. He visto como muchos paisanos en Houston y otras ciudades de EE.UU. han cancelado fiestas en solidaridad con su país.
También nos hemos convertido en periodistas autodidactas a través de las redes sociales, sacando a la luz decenas de violaciones de los Derechos Humanos.
No obstante, me preocupa la pasividad por parte de muchos venezolanos que viven en su propio país. A diferencia de otras naciones como Ucrania, pareciera que no les importan las 36 personas asesinadas (hasta la fecha) durante las protestas, más de 400 heridos y cientos de detenidos.
La vida de muchos paisanos sigue "como si nada". ¿Será que no les importa el inevitable aumento de precios de los alimentos en casi un 300 por ciento? ¿Se conformaron con hacer kilométricas colas frente a los supermercados para comprar lo que consigan? ¿O piensan que no les afectará que el dólar Sicad II se haya cotizado en Bs. 55? ¿O creen que no los tocará la delincuencia?
Hay quienes creen que "pasará algo" y deciden dar un voto de confianza a Venezuela, pero otros han emigrado y siguen emigrando porque están convencidos de que la situación nunca mejorará. Esto me hace recordar las duras palabras que dijo el exministro británico Tony Blair en una entrevista a BBC: "El venezolano tiene el gobierno que se merece. Por ejemplo, en Egipto casi 20 millones de personas salieron a las calles a derrocar a Mubarak. (…) En Venezuela no salen a protestar en Caracas ni 50 mil personas juntas. Baten la piedra y esconden la mano, son muy pocos los valientes y demasiados los cobardes. Me temo que Venezuela pueda estar perdida definitivamente y la culpa la tiene el mismo pueblo que se queja pero no hace nada, aunque así lo crea porque hay unos pocos valientes".
Pienso que no podemos pedirle a alguien que sienta algo que no lo ha vivido y por ello es que todavía hay mucha apatía en Venezuela. Espero que no toquen fondo para reaccionar, porque pudiera ser demasiado tarde.
En medio de estas reflexiones, los invito a leer esta edición 96 de El Venezolano de Houston con la mejor información de Venezuela, EE.UU., México, Colombia y el resto del mundo.
Jhakees Napolitano
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