Se dice que en Estados Unidos hay más armas que, pero en realidad no hay una cifra oficial que certifique, con exactitud, cuántas armas de fuego circulan en las calles de nuestro país.
La paradoja de este asunto es que Estados Unidos ha sido uno de los países con mayor presencia militar en el mundo, sin embargo, ha sido presa fácil de la violencia armada interna, ejecutada por muchos de sus propios ciudadanos.
La cultura de la armas está muy conectada a las raíces estadounidenses, sin embargo, ha sido utilizada por el poderoso lobby de armas para la defensa del “derecho individual” y de su negocio lucrativo que supone unos 10 mil millones de dólares anuales.
¿Y quiénes son los principales autores de las masacres? Personas jóvenes con graves problemas psicológicos o que se sienten excluidos, en su gran mayoría. Este factor, sumado a la facilidad para comprar armamento en Estados Unidos, es una combinación fatal.
Mike Males, investigador del Centro para la Juventud y la Justicia Criminal de San Francisco, California, en entrevista para el portal Semana.com afirmó que "un individuo se siente alienado, irrespetado, rechazado, y explota masacrando gente inocente. En Estados Unidos se registran más de la mitad de este tipo de masacres que ocurren en el mundo".
Es evidente que hay que ejercer mayores controles tanto en la excesiva libertad para acceder a las armas de fuego como a la gran cantidad de personas con serios problemas psicológicos y antecedentes criminales que pueden acceder a ellas.
Sin embargo, hay grandes intereses que claman el “derecho a la libertad” para acceder libremente a las armas. Hay quienes aseguran que las personas tienen derecho a defenderse legítimamente, pero ese argumento realmente es contraproducente porque están reconociendo tácitamente que el Estado es incapaz de proteger la vida de sus propios ciudadanos y que, por lo tanto, nos vemos en la necesidad de vivir al estilo del “viejo oeste”.
Quienes apoyan el libre acceso a las armas de fuego también han tenido su oportunidad de ejercer el Gobierno… ¿y acaso se han reducido las masacres como la reciente de Orlando? Saque usted sus propias conclusiones.
EV HOUSTON
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