
Cada año, miles personas son asesinadas con armas de fuego en los Estados Unidos y muchas más resultan heridas. Las vidas de cada uno de nosotros se encuentran en riesgo todos los días, situaciones tan comunes como la visita a un parque o ir a un Walmart a comprar productos del día ahora estarán marcadas por el odio, el racismo y la intolerancia.
Muchos no estuvimos ahí, no sentimos el temor ante un disparo, ni la impotencia al vernos indefensos ante una persona con un arma cargada, varios de los que murieron no los conocimos, sin embargo, el mero hecho de ver como se apaga una vida nos hace víctimas de este catastrófico evento
Más de 30 personas muertas y decenas de heridos durante dos días seguidos, ¿Acaso este no es limite para detener los ataques racistas, intolerantes y ofensivos? Ante tanta violencia debemos mirar dentro de nosotros y abogar por la igualdad, aceptación y justicia para todos. Este es el momento para que los gobiernos federales y estatales reconozcan que la violencia armada no es un asunto que deba ser tomado a la ligera, ya que el dolor de cada persona que pierde un familiar ante un ataque armado es algo que solo puede definirse como imborrable.