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El viernes pasado, Gustavo Dudamel realizó su debut con la Filarmónica de Nueva York con gran éxito. El público lo recibió calurosamente cuando apareció por primera vez con la orquesta en el David Geffen Hall, después de haber sido nombrado su próximo director musical.
Dudamel dirigió la novena y última sinfonía completa de Gustav Mahler, un programa que se planificó mucho antes de su nombramiento pero que resultó ideal para este momento.
El enfoque de Dudamel fue a la vez expansivo y estrictamente controlado. Sacó una amplia gama de colores de la orquesta, pero también la mantuvo un ida en los pasajes más tumultuosos de Mahler. Ante ello, el público respondió con una prolongada ovación al final.
Con información de Artdaily.com / Traducción: EVH…