Arminda García es comunicadora social
Hablar de tolerancia es abordar un aspecto que realmente influye en la manera cómo observamos el mundo según nuestros patrones o valores. Por esta razón, es un parámetro para establecer el nivel de aceptación que podemos demostrar, en cuanto a circunstancias o individuos que difieren de nuestras propias creencias.
En este sentido, desde el punto de vista social y cultural, debemos observarla como el respeto a la diversidad de pensamiento, admitiendo que existen otras creencias o formas de actuar distintas a las nuestras, facilitando así la capacidad de entender y escuchar a otros. Esto permite demostrar que es válido el pluralismo, siempre y cuando no atente contra nuestros valores esenciales.
Cabe destacar que cuando sabemos asumir la importancia de practicar la tolerancia logramos coexistir en armonía con distintas filosofías, culturas, religiones, tendencias políticas, condición sexual, entre otros aspectos, que nos hacen diferentes. Esto, sin duda, contribuye a establecer un equilibrio en la sociedad, necesario para lograr la conciliación y el entendimiento global sobre muchos asuntos que nos afectan a todos.
Por esta razón, se puede decir que la tolerancia es un factor que decidimos instituir con el fin de demostrar con convicción, nuestra capacidad de ser condescendientes con los hechos o situaciones, con los cuales determinamos ser comprensivos y transigentes.
Es así como, desde el punto de vista de la sociedad, respetar las desigualdades presentes en los otros ayuda a generar un equilibrio en la coexistencia con los demás, donde las diferencias no tienen que ser vistas como algo negativo. Por el contrario, esta amplitud de pensamiento permite considerar la diversidad por su lado positivo, ya que sin duda brinda enriquecimiento y apertura.
Sin embargo, no todos los individuos en la sociedad comprenden que deben mantener una actitud tolerante ante aquello que represente valores diferentes a los propios y no tienen esa habilidad necesaria para escuchar y comprender a los otros. Observan esas situaciones como aspectos fuera de su creencia que los mantiene resistentes o al margen.
La tolerancia es, entonces, una condición presente en los individuos que facilita el entendimiento y la aceptación de las diferencias de distintos tipos y que si no es practicada no permite lograr la armonía necesaria para la convivencia y esa consideración a los demás que se requiere para lograr establecer una mejor sociedad, donde se respete a todos por igual. / Correo electrónico: [email protected]
Arminda García / Periodista, docente y artista / Foto: Cortesía