Dos mujeres sirias introdujeron una cámara oculta en la ciudad siria de Raqqa para documentar su vida bajo el régimen de ISIS, sabiendo que se enfrentaban a la ejecución en caso de ser descubiertas, según la afiliada sueca de CNN, Expressen TV, que se hizo cargo del video.
Completamente cubiertas con velos, van de compras, toman un taxi y caminan por los barrios, en una ciudad desierta, con poco tráfico y algunos hombres armados.
“Todo el mundo se ha ido”, dicen, porque los ataques aéreos en Raqqa se han intensificado.
“Combatientes extranjeros de ISIS establecieron puestos de control, piden sus identificaciones a los sirios y las utilizan para huir a Turquía”, dicen las mujeres.
Cinco años después del inicio de la guerra civil en Siria, Raqqa -la capital del autoproclamado por ISIS califato islámico- ha cambiado de manera trascendental. La guerra se ha cobrado la vida de más de 250.000 personas en todo el país y ha desplazado a más de 10 millones, según las Naciones Unidas. ISIS tomó Raqqa en 2013.
El video fue filmado a finales del invierno, según Expressen TV, y muestra los escombros de lo que fue el santuario Uwais al-Qarni, importante tanto para los sufíes como para los chiitas musulmanes.
En el video, las mujeres, cuyas voces están disfrazadas, recuerdan la violencia que han presenciado, incluyendo la decapitación de un hombre joven.
“Me di cuenta de que había un hombre sentado en el suelo”, dice Um Mohamed, el nombre utilizado por una de las mujeres. “Los ejecutores estaban en línea, vestidos de negro”.
Dijo que lo intentó, pero no pudo ver la ejecución.
Las mujeres dicen que ISIS impuso la ley islámica de línea dura en la que fue considerada la más liberal de las ciudades sirias.
Las mujeres han perdido muchos de sus derechos y tienen que cubrir sus cuerpos y caras.
“A todas las mujeres les gusta mostrar sus caras. Hemos perdido esa opción. Hemos perdido nuestra feminidad”, dice Um Mohammad.
Para mostrar qué tan lejos ha llegado ISIS, las mujeres van a comprar tinte para el cabello y se encuentran que todas las caras de las modelos en los envases fueron cubiertas con un marcador negro.
El video también muestra las partes de Raqqa donde solían vivir los ricos, antes de que ISIS los expulsara. Ahora, la mayoría de los combatientes extranjeros y sus familias ocupan las casas y los mejores apartamentos, explican las mujeres.
“Son de Kazajstán, Afganistán, Arabia Saudita, los europeos, de lugares en Francia”, dice Um Mohammad, “pero la mayoría son de Arabia Saudita”.
Las mujeres quieren que el mundo lo sepa, con la esperanza de que algún día serán libres.
“Espero quitarme el niqab y la oscuridad que nos encubre”, dice una de ellas. “Nada es más importante que la libertad”.
EV Houston / Foto: Referencial