
Planetas en el Universo hay muchos, pero se han encontrado pocos con propiedades similares a las que tenemos en la Tierra. Tal es el caso del último descubrimiento del telescopio espacial Kepler, el que ha dado con un cuerpo que es muy parecido a nuestro planeta, sólo un 10% más grande y que también se encuentra en la “zona habitable” alrededor de su estrella.
Bautizado por la NASA como Kepler-186f, el planeta se encuentra a 500 años luz de distancia y da una órbita completa a su estrella en 130 días en lugar de los 365 días que tarda la Tierra. Además, Kepler-186f gira alrededor de una enana roja y recibe apenas un tercio menos de luz que nuestro planeta, haciéndolo teóricamente capaz de mantener agua en estado líquido y por ende, vida.
Para confirmar aquello, falta por explorar la composición de la atmósfera que tiene el cuerpo, lo que además dará indicios de cuál es su temperatura y si ésta se encuentra dentro de los mismos rangos que la Tierra, tarea que quedará a cargo del telescopio James Webb Space Telescope que será lanzado al espacio en 2018.
El planeta descubierto, que orbita la estrella enana Kepler-186 un poco más fría que el Sol y al cual se le ha denominado Kepler-186f, fue analizado por el telescopio Géminis Norte de ocho metros y su vecino el telescopio Keck II de diez metros, ambos en Mauna Kea, Hawai.
“Es extremadamente difícil detectar y confirmar estos planetas del tamaño de la Tierra y ahora que hemos encontrado uno queremos encontrar más”, dijo en una teleconferencia Elisa Quintana, científica investigadora del Instituto para la Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI).
“Las observaciones de Keck y de Géminis combinadas con otros datos y cálculos numéricos nos permiten confiar un 99,98 por ciento en que Kepler-186f es real”, indicó Thomas Barcklay del Instituto de Investigación Ambiental del Área de la Bahia en Ames.
En febrero pasado la NASA anunció que el telescopio Kepler había añadido 715 exoplanetas a la lista de un millar de cuerpos que orbitan estrellas a una distancia de ellas que hace posible la existencia de agua, y por lo tanto de vida.
El Kepler-186f es el quinto planeta y el más alejado de Kepler-186 en un sistema de cinco planetas, todos con tamaño casi terrestre.
La intensidad y el espectro de radiación de la estrella coloca al Kepler-186f en la zona estelar habitable, esto es que, si el planeta tuviese una atmósfera y agua en su superficie, como la Tierra, esa agua probablemente exista en forma líquida.
El método que han usado los científicos durante años para ubicar exoplanetas que no pueden observarse directamente es la “disminución de luminosidad” que ocurre cuando algún objeto transita frente a una estrella desde el punto de vista de la Tierra y causa una reducción en la luz vista.
EFE / Foto: Archivo