Mario Kreutzberger (75) se situó frente a una ruta demasiado atípica en su trayecto laboral. Para un hombre que ha personificado como nadie la estabilidad televisiva -con 53 años a bordo de una sola estación en Chile (Canal 13) y otros 30 vinculado a una sola señal en Estados Unidos (Univisión)-, los cambios no son habituales en su agenda.
“Para mí fue difícil tomar esta decisión, porque yo he trabajado en muy pocas empresas durante mi vida. Entonces, moverme no es algo a lo que esté acostumbrado”, contextualiza el animador al profundizar en uno de los giros más relevantes de su carrera y que ayer golpeó a la TV hispanohablante: Don Francisco dejó para siempre Univisión, la firma que lo lanzó al estrellato en Norteamérica y donde hasta septiembre hizo Sábado Gigante, para fichar por Telemundo, su rival más directo.
De hecho, se trata de la televisora que hoy se acerca en influencia y sintonía a su competencia, sobre todo gracias a la factura de producciones propias, por lo que el arribo del chileno es visto por los medios como una suerte de ofensiva.
¿Qué fue lo más difícil al tomar esta decisión?
Fue todo muy rápido, se resolvió en las últimas 72 horas. Antes, hice una reunión familiar y le pregunté a los míos: ‘¿Qué piensan ustedes?’ Cada uno fue opinando y uno dijo: ‘Yo creo que en esta nueva etapa deberías hacer cosas distintas y Telemundo es la cadena que más ha crecido en programación local. Tu eres productor, vas a poder hacer entrevistas y las cosas que te gusta hacer en esta etapa’.
¿Quería dar un vuelco a su rol de animador de entretención?
Es parte de lo que quería hacer. Lo que haré en Telemundo será, primero, tener una productora donde yo los voy a proveer de formatos para que los puedan emitir o vender. Formatos de todo tipo. Y, por otro lado, voy a proponer hacer la cobertura de eventos especiales para el departamento de prensa, como la Semana Santa, los inmigrantes o las entrevistas de los candidatos a la Casa blanca.
Siente que también enfrenta otra situación inédita: al llegar a otro canal, es como empezar de cero.
Más bien yo lo definiría de la siguiente manera: este es un nuevo día para mí. No es empezar de cero, porque tengo una maleta llena de experiencias. Parto muy modestamente, muy pequeño, pero lleno de ilusiones. Me quiero mantener activo, porque esta es la pasión de mi vida, es lo que mejor me resulta. Aún me despierto en la mañana pensando en TV, voy al baño pensando en TV, me acuesto pensando en TV. Todos tenemos una pasión y, si te la quitan, te van matando de a poco.
¿Le complicó dejar Univisión?
Claramente, me costó mucho, pero yo soy un profesional. Tenía ofertas para seguir ahí y para irme a otros lugares, ni en EE.UU. ni en Chile.
Univisión debió cambiar de horario al programa que reemplazó a Sábado… . ¿Cree que dejó un vacío imposible de llenar?
Es algo que hay que preguntárselo a la empresa, yo no puedo calificar si tal decisión estuvo bien o mal, sería muy feo. Yo no he echado de menos Sábado Gigante, fue una etapa que se cerró para siempre. Yo echaba de menos trabajar.
¿Se podría dar la opción de que volviera con Sábado… en Telemundo?
No, Sábado Gigante culminó ese 19 de septiembre del año pasado. No hay opción, al menos conmigo.
¿Qué planes tiene para Canal 13?
Una nueva temporada de Usted no reconoce a Chile, y haré un programa de conversación y notas para prensa. Mi nuevo programa mezclará la entretención con la política, y con mucho de lo digital.
¿Por qué aún lo mueve un trabajo en que ya lleva 50 años?
La pasión va creciendo con el tiempo. El día que me aburra, no voy más. Cuando yo le diga a mi equipo: ‘Tratemos de terminar esto rápido’, es porque me aburrí. Esto no se puede hacer aburrido, ni se puede hacer por horarios. Sigo con el ímpetu de siempre, porque, de otra manera, mejor me quedo en mi casa. Pero mi casa no me ayuda a vivir
Con información de La Tercera
EV Houston / Foto: Referencial