
EFE.- Estas enfermedades son las principales causas de muerte en los países desarrollados donde prima una dieta rica en sal y en grasas.
Según Napoleón Pérez Farinós, epidemiólogo de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), ya una reducción de 1 a 3 gramos de sal al día causa efecto en la bajada de la hipertensión arterial. En el caso de personas que no son hipertensas pero mantienen siempre un consumo de sal por encima del aconsejado tienen más riesgo de llegar a padecerlo, aunque también hay que tener en cuenta su predisposición en función de factores genéticos y ambientales. Estos datos fueron aportados en su ponencia sobre el exceso de sal y salud de la Jornada “Avances y Controversias en nutrición y salud” organizada por el grupo de investigación UCM-Valornut en la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid.
Las principales fuentes de sal, explica Pérez Farinós, proceden de los embutidos, de los panes (como los de molde), de los quesos y de los platos preparados. En total, un 56,9 por ciento de la sal proviene de esos alimentos, según datos aportados por el experto.
¿Cómo disminuir el consumo de sal?
El también profesor de Medicina Preventiva de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense ofrece algunas recomendaciones:
- Reducir el aporte de sal en las comidas que preparamos.
- Utilizar saleros con los agujeros más finos para evitar una mayor caída de sal.
- Adquirir en las tiendas de alimentación productos que se publicitan ya como bajos en sal.
- Advertir en los restaurantes que preferimos platos con poca sal.
- Leer las etiquetas de los alimentos procesados, comparar entre varios y escoger el que indique un porcentaje de sodio más bajo.
- Reducir la sal poco a poco de las comidas ya que, como afecta al sabor, ayuda a acostumbrar nuestro paladar.
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