El presidente de Ecuador, Rafael Correa, informó este domingo que son, de momento, 272 los muertos y 2,068 los heridos por el terremoto de 7.8 grados en la escala abierta de Richter que asoló el sábado la zona norte de la costa de su país.
“Temo que esa cifra aumentará porque seguimos removiendo escombros”, dijo Correa en sus primeras declaraciones en el país, pues este mismo domingo regresó de Europa, donde participó en un foro académico organizado por el Vaticano.
El vicepresidente, Jorge Glas, había hecho los anuncios previos tras realizar un recorrido por poblaciones de la costa, azotados por el terremoto, reiterando que no hay alerta de tsunami.
El terremoto se produjo a última hora de la tarde del sábado, a las 6:58 pm hora local en un sitio entre los balnearios costeros de Cojimíes y de Pedernales, en la provincia de Manabí y colindante con la vecina Esmeraldas, que también ha sentido el impacto de las réplicas.
El sismo se sintió en las ciudades de Guayaquil, Santo Domingo, Tungurahua, Ibarra y Quito.
Glas viajó a Manta, en la región de Manabí, una de las zonas más afectadas por el terremoto, para analizar la situación y coordinar la ayuda, según informó en su perfil de Twitter.
Las ciudades que más daños han sufrido son Manta, Portoviejo y Pedernales, donde los pobladores han pasado la noche, buscando refugio en las horas posteriores al movimiento telúrico por miedo a las réplicas.
Desde el terremoto, se registraron un total de 239 réplicas, según informó el Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional, que localizó el epicentro a 20 kilómetros de profundidad. Casas derrumbadas, servicios públicos suspendidos y personas fuera de sus viviendas ha caracterizado la noche en estas localidades.
Las autoridades trabajan para restablecer el suministro de energía en Manabí, mientras que ya se ha restablecido el servicio en Jipijapa, Pajan, Puerto López, Puerto Cayo y parte de Portoviejo y Montecristi.
El gobierno, que liberó $300 millones del fondo de contingencia para hacer frente a la situación, decretó el estado de emergencia en las provincias de Esmeraldas, Manabí, Guayas, Santo Domingo de los Tsáchilas, Los Ríos y Santa Elena, así como el estado de excepción en todo el país.
En la costa sur de Ecuador, se desplomaron al menos seis estructuras y en todo el país, siete carreteras permanecen cortadas o con problemas de circulación.
Para distintas labores, el gobierno de Ecuador movilizó 10.000 efectivos de las fuerzas armadas y 4.600 policías a las zonas afectadas.
Venezuela envió el primer avión con ayuda humanitaria, el primero de un país extranjero, según informó el Twitter oficial de la Presidencia de Ecuador, mientras que autoridades ecuatorianas han entregando hasta el momento 3000 kits de alimento, 7,600 kits para dormir, 150 kits de vajilla familiar y 10,000 botellas de agua.
También se han movilizado dos hospitales móviles, uno para la ciudad de Pedernales y otro para Portoviejo, y un total de 241 profesionales de la salud, entre médicos, paramédicos, y miembros de Cruz Roja de Ecuador, según las mismas fuentes.
Líderes de todo el mundo se han solidarizado con la situación de Ecuador; del papa Francisco, que llamó a dar “fuerza y apoyo” a los afectados por terremoto en Ecuador, a David Cameron, que expresó a través de Twitter “todo el apoyo” del Reino Unido.
En esta misma red social, el secretario general de Unasur, Ernesto Samper, los presidentes de Colombia, Costa Rica, Perú, Panamá, Paraguay, México y Venezuela, expresaron sus condolencias con el país latinoamericano.
Por otro lado, la Unión Europea (UE) mostró su solidaridad con Ecuador y anunció la activación del Mecanismo Europeo de Protección Civil para desastres para evaluar el posible envío de ayuda y equipos.
El terremoto registrado el sábado es uno de los de mayor intensidad que ha registrado el país a lo largo de su historia, siendo el más intenso uno de 7.9 grados en 1979, que afectó también a Colombia y provocó 800 muertos en ambos países.
Aunque al principio el Centro de Alertas de Tsunamis en el Pacífico (PTWC) de EEUU alertó sobre la amenaza de tsunami en varios países de la región, la amenaza ha pasado en gran parte.
EFE / Foto: Referencial