“Quiero curarme. Paz, salud”, era el pedido del niño de ocho años que padecía cáncer y participó en manifestaciones por la crisis sanitaria solicitando medicinas para realizar el tratamiento de quimioterapia.
La imagen del pequeño Oliver Sánchez con una mascarilla se esparció a través de las redes sociales tres meses atrás y causó la indignación del mundo al ver la grave situación sanitaria que enfrenta el país bolivariano.
El pequeño fue rechazado por varios hospitales venezolanos por falta de cupo y, tras no conseguir las medicinas apropiadas, murió luego de pasar sus últimos 10 días en terapia intensiva en la Clínica Loira.
“Nos pidieron Epamin para las convulsiones, y antibióticos. Cada vez que nos pedían algo era un corre y corre. Al final lo conseguíamos por redes sociales y donaciones, pero era un calvario buscar las medicinas”, explicó su madre, Mitzaida Berrotarán.
El presidente de la Federación Médica Venezolana, Douglas León Natera, calificó la grave situación de Venezuela como un “holocausto de la salud con visos de crimen de lesa humanidad por un Gobierno que siente un profundo desprecio por los más necesitados”.
La afligida madre de Oliver explica a los medios que gracias a la presión que ejerció a través de las redes sociales sobre el Ministerio de Salud y gracias a donaciones particulares, pudo obtener un tratamiento de seis ciclos de quimioterapia, pero dado lo avanzado de su enfermedad no fue suficiente para evitar el trágico desenlace.
Oliver Sánchez no es el único niño que padeció esa crisis, ocho de cada 10 medicamentos escasean y son de primera necesidad, como anticonvulsivos, antigripales, analgésicos, para la diabetes, hipertensión y oncológicos.
La ONG venezolana Cecodap instó a las autoridades de Venezuela a darle “prioridad” a los niños enfermos tras la muerte del pequeño que sufría de cáncer. El comunicado expresa que la muerte de Oliver Sánchez “debe ser un llamado para que, en estas circunstancias del país tan difíciles y tan complejas, los niños sean prioridad y sean visibles, y para que el Estado, desde sus distintas instancias y ramas del poder público, priorice la atención a los niños”.
La organización decidió apelar una decisión del Supremo venezolano, del pasado 11 de febrero, en la que fue negada una solicitud de protección ante la falta de medicamentos pediátricos.
Esa solicitud fue hecha con la intención de que se cumpla con el artículo 7 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente de Venezuela, en el que se señala que se debe garantizar la atención y servicios a los infantes. La ONG aseguró que los familiares de los niños enfermos en tardan hasta dos meses en encontrar los medicamentos que necesitan para sus tratamientos.
“En Venezuela, hay muchos Oliver Sánchez que también están sufriendo las consecuencias de un sistema de salud profundamente debilitado”, afirma Cecodap en el comunicado.
La ONG venezolana Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y la Vida (Codevida) también se pronunció sobre la historia del pequeño y señaló que esta misma situación la sufren muchos niños en Venezuela, pero que este caso se conoció porque sus padres “valientemente” decidieron hacerlo público.
“Uno de los medicamentos que demandaba Oliver y que no lograban conseguir era el cardioxane, que es un protector cardiovascular, aplicado a quienes son sometidos a tratamientos de quimioterapia”, dijo el presidente de Codevida, Francisco Valencia.
Con información de Infobae
EV Houston / Foto: Referencial