El Partido Comunista de China no está a salvo de los Panamá Papers. Son miembros de las altas jerarquías del país oriental y propietarios de sociedades comerciales offshore. Las oficinas operan en Hong Kong y otros lugares de China, y sus cuentas son nada menos que el 29% de las compañías alrededor del mundo registradas por la firma Mossack Fonseca.
La gran cantidad de documentos revelan que el cuñado de Xi Jinping, presidente de China y líder del Partido Comunista, era propietario de compañías con sede en paraísos fiscales. A esa lista se suman al menos otros siete miembros del Comité Permanente del Politburó chino, el centro de poder del país.
Dos asesores directos de Xi Jinping aparecen en los Panamá Papers como propietarios de sociedades offshore, entre ellos uno muy particular: el nieto de Mao Zedong (Mao Tse-Tung), padre fundador del comunismo chino y la República Popular.
Según el análisis del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), es sabido que muchos hijos y nietos de los héroes revolucionarios chinos se convirtieron en líderes de los negocios mundiales, China es la segunda economía más grande del mundo y tiene cientos de multimillonarios.
Entre los miembros del politburó implicados en los Panamá Papers se encuentran Zhang Gaoli dueño de tres compañías en las Islas Vírgenes Británicas y Liu Yunshan quien a través de su hijastra poseía una financiera fundada en 2009.
A los nombres se suman Zeng Qinghong ex vice presidente de China que junto a su hermano dirigían la China Cultural Exchange Association Ltd. una compañía con sede en Samoa que se sospecha era utilizada para blanqueo de capitales.
Por otro lado Deng Jiagui, es el cuñado de presidente chino y basó su campaña política en la anti corrupción pero según los documentos, Jiagui adquirió una firma offshore a través de Mossack Fonseca en el año 2004 y dos más en el año 2009, “bajo los títulos de Supreme Victory Enterprises Ltd., Best Effect Enterprises Ltd. y Wealth Ming International Ltd.” según el informe de ICIJ.
Se desconoce para qué se utilizaban las empresas, pero la mayoría se dieron de baja cuando Xi Jinping alcanzó el liderazgo del Partido Comunista.
Otra cliente de la firma panameña es Li Xiaolin, hija del ex primer ministro chino Li Peng, que junto a su esposo poseen una firma de inversiones en las Islas Vírgenes Británicas. Esta empresa se dedicaba según las investigaciones a prestar nombres en casos de lavado de dinero que proviene de actividades ilegales.
“La nueva generación denominada la nobleza roja parece haber comprendido, desde muy jóvenes, todo sobre el uso de redes offshore” confirma el artículo de ICIJ, ya que en su mayoría son los miembros más noveles de las familias del poder chino quienes se encargan de controlar estas redes.
Entre los clientes chinos de Mossack Fonseca se encuentra el multimillonario Shen Guojun, fundador de la cadena de shoppings Intime. Guojun fue socio del actor Jackie Chan en una compañía llamada Dragon Stream Limited Ltd. en las Islas Vírgenes Británicas en el año 2008.
El Ministro de Relaciones Exteriores de China no respondió a las preguntas de los periodistas de la ICIJ que se encargan de estudiar y exponer los Panamä Papers, sin embargo un vocero del gobierno rotuló a las publicaciones de “acusaciones infundadas” para desestabilizar al poder político.
El diario alemán Süddeutche Zeitung y muchos medios de prensa que forman parte del ICIJ se encargan de analizar día a día los más de 11 millones de documentos provenientes de la firma panameña Mossack Fonseca que vende redes para montar compañías offshore y estructuras privadas para quienes buscan mantener sus finanzas en secreto.
Si bien no todos los nombres o empresas que forman parte de estas listas realizaban actividades ilegales, los principales agentes anti corrupción del mundo revisan con atención estos documentos que pueden exponer tramas importantes de lavado de dinero.
Un asesinato para mantener el secreto:
Bo Xilai, ex ministro de comercio de la República Popular China, fue secretario general del Partido Comunista y, a su vez, uno de los empresarios más influyentes del país oriental. Durante meses, su esposa Gu Kailai se preocupó en mantener un secreto que en caso de revelarse podía terminar con la contradictoria comodidad de millonarios de los líderes comunistas.
La mujer actuó para salvar la carrera política de su marido y en una habitación de hotel en la ciudad de Chongqing al sur de China, mezcló té y veneno para ratas. Aprovechó que el socio comercial de su marido, Neil Heywood, cayó ebrio por el alcohol y la mujer colocó la mezcla mortal en su boca.
El británico fue encontrado muerto dos días después por el personal del hotel y se llevó a la tumba un oscuro secreto de la familia china: los miles de millones de dólares en sociedades inmobiliarias offshore al otro lado del mundo de Bo Xilai. Una lógica contradicción a los preceptos del comunismo.
En 2011, Gu Kailai confesó su crimen y explicó que lo hizo para evitar que Neil Heywood revele el uso de compañías en las Islas Vírgenes Británicas para esconder la pertenencia de una villa en el sur de Francia. Ese escándalo podía comprometer el ascenso de su marido al Politburó chino.
Los documentos filtrados dieron nuevos detalles sobre las inmensa riqueza y las sociedades offshore de Gu Kailai y Bo Xilai, las cuales intentaron esconder con un asesinato años atrás.
Con información de Agencias
EV HOUSTON / Foto: Referencial