
Se cerró el periodo de aplicación para las visas de trabajo tipo H-1B. La selección aleatoria, o también conocida como “lotería”, fue completada y mi visa no fue seleccionada… ¿qué puedo hacer?
Esta es solo una de las muchas preocupaciones de quienes hicieron lo imposible por conseguir una oferta de empleo con una compañía que además le ofreciera patrocinio de una visa de trabajo. A pesar de todo el esfuerzo, su visa no fue elegida en la selección aleatoria computarizada del servicio de inmigración.
Para quienes no están familiarizados con lo que estamos hablando, se trata de una categoría de visas de trabajo para profesionales ocupando posiciones especializadas. La ley define dichas posiciones como aquellas cuyas funciones no pueden realizarse sin haber previamente obtenido un título universitario o su equivalente. Es el caso de los ingenieros, contadores, arquitectos, maestros, administradores, programadores, analistas, etc.
Estas visas están limitadas a una cuota anual de tan solo 65 mil por año fiscal para el pool general de aplicantes, y otros 20 mil para aquellos aplicantes quienes se hayan graduado de títulos avanzados (master o superior) en alguna universidad de los EE.UU. Cualquier empleador que desee obtener una de estas visas para un potencial empleado deberá asegurarse de aplicar dentro del lapso de 5 días de recepción de aplicaciones que ocurre a partir de abril de cada año para las visas que comenzarán a surtir efecto con el comienzo del año fiscal el primero de octubre del mismo año.
Desde hace ya varios años, y especialmente cuando la economía del país está en crecimiento, la demanda de estas visas se hace cada vez mayor, tanto así que la cantidad de peticiones recibidas durante los primeros cinco días de abril 2014, fue de 172.500. Esto es más del doble de la disponibilidad total de estas visas.
Por esa razón el servicio de inmigración (USCIS) se ve en la necesidad de realizar un sorteo computarizado y aleatorio para determinar a quién le será procesada su petición y a quién se le regresará su expediente sin ser considerado e invitándole a aplicar el año siguiente.
Para algunos potenciales beneficiarios que se encuentran fuera de los EE.UU. esperando salir sorteado y lograr obtener una H-1B no resulta tan estresante como lo es para un recién graduado y a quien está a punto de expirársele los 12 meses de permiso temporal de trabajo otorgado con el propósito de realizar entrenamiento practico (OPT). Su posibilidad de permanencia en el país y continuidad de permiso de trabajo está pendiendo de un hilo, únicamente si es seleccionado como uno de los felices acreedores de la visa H-1B. De lo contrario, estos estudiantes se verán en un callejón sin salida. Su estatus de estudiante expiraría al finalizar los 60 días posteriores al vencimiento de su permiso temporal de empleo bajo el OPT.
En este punto, y ante la inminente decisión de tener que abandonar los EE.UU. y regresar a su país de origen, muchos prefieren re-inscribirse en algún programa de estudio para así continuar manteniendo su estatus legalmente como estudiantes y lograr tener mejor suerte el siguiente año con una H-1B. Otra opción sería cambiar a otro estatus de visa temporal al que la persona podría ser elegible de acuerdo sus circunstancias particulares y posibilidades. Es este un claro ejemplo de la desconexión existente entre la legislación actual, que establece límites a ciertas visas, y la realidad del país con respecto a la necesidad laboral.
Algunos legisladores se oponen al incremento de estas visas alegando la afectación del mercado laboral local. Pero estudios en esta materia han comprobado que ni siquiera triplicando la disponibilidad de visas H-1B, se afectaría al mercado laboral local, ya que son empleos especializados donde en su mayoría existe una escasez inclusive reconocida por el departamento del trabajo de los EE.UU. Es un mito de que este grupo de empleados profesionales extranjeros le quiten un puesto de trabajo ningún americano. Por el contrario, son profesionales que van a contribuir con el desarrollo de nuestras capacidades, la economía, pagar tributos, comprar casas, vehículos, etc.
Este artículo es meramente informativo no debe ser considerado como consejo legal individual. Las leyes de inmigración pueden resultar bastante complejas y de allí es la importancia que consulte siempre con un abogado de inmigración que este licenciado en algún estado de los Estados Unidos. Preferiblemente contacte abogados que sean miembros de la asociación americana de abogados de inmigración (AILA).
Los abogados extranjeros y los notarios no son considerados abogados en los EE.UU. y en consecuencia no están autorizados a dar ningún tipo de asesoría legal de inmigración. Es completamente ilegal hacerlo y deben ser reportados a la Procuraduría del Estado para que sean procesados judicialmente.
Héctor López / Foto: Archivo