El ministro del Interior de Venezuela, Gustavo González López, dijo que el asesinato de un grupo de mineros en la localidad de Tumeremo, en el sureste del país, está vinculado con enfrentamientos entre bandas paramilitares que pretenden ejercer el control político y económico de la zona minera.
“El conjunto de pruebas criminalísticas recabadas nos permiten vincular a los responsables de estos hechos con acciones de corte paramilitar, para hacerse del control económico y político de la zona minera”, dijo González al ofrecer un balance sobre las investigaciones que ejecutan los cuerpos de seguridad desde el pasado 4 de marzo, cuando se reportó la desaparición de los mineros.
La fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega, dijo el miércoles que el pasado lunes fueron hallados en una fosa 17 cuerpos que corresponden al grupo de mineros reportados como desaparecidos y detalló que “todos fueron ejecutados por heridas producidas por el paso de un proyectil disparado por arma de fuego”.
La “masacre”, dijo hoy el ministro del Interior, “devino en un altercado entre los cabecillas de estas bandas paramilitares” que, presuntamente, “tuvieran diferencias por el cobro de ‘vacunas’ y extorsiones practicadas a compradores de oro y comerciantes” en el estado de Bolívar, donde se ubica Tumeremo.
Asimismo, explicó que fue capturado en el estado de Zulia (oeste) Francisco David Carache Zambrano, alias “Goliat”, uno de los más cercanos operarios de la mafia dirigida por el ecuatoriano Jamilton Andrés Ulloa Suárez, alias “El Topo”, a quien las autoridades identificaron como el líder de la banda que cometió el asesinato de los mineros.
“Goliat” es el supuesto encargado de reclutar a personas para trabajar en cinco minas donde operan las bandas criminales.
El ministro precisó que tres de los líderes de la organización delictiva ya fueron aprehendidos y agregó que una hermana y un hermano de “El Topo” están solicitados por las autoridades venezolanas.
La banda de “El Topo” contaba “con al menos 18 sicarios encabezados por un ciudadano de nacionalidad colombiana”, detalló.
La banda enemiga de “El Topo” es operada, dijo, por Alexandro Lizandro Montilla, apodado “El Gordo Lizandro”, y José Zurita, alias “El Potro”, requeridos por extracción minera ilegal, extorsión y secuestro.
“Según fuentes de inteligencia, mantienen vínculos con ciertos sectores políticos, económicos y financieros en la referida zona minera y cuentan con 15 sicarios también requeridos”, manifestó González.
Además, señaló que actualmente se realizan allanamientos en distintas partes del país a fin de dar con el paradero de los demás implicados en el caso.
El ministro detalló cómo ocurrieron los hechos, según lo relatado por dos de los mineros que “fueron liberados debido a la presión que ejercieron las fuerzas especiales que se desplegaron en la zona”.
“Luego de sostener enfrentamientos, el cabecilla “El Topo” organizó una operación de asalto la madrugada del 4 de marzo (…) acompañado por entre 30 y 40 integrantes de un grupo negativo armado quienes emboscaron a las víctimas en la vía que conduce hacia la mina Atenas ubicada a hora y media de Tumeremo”, dijo González.
Los paramilitares habían “ejecutado planificadamente un perfil de selección de las minas que incluía artesanos mineros y comerciantes de oro” y “una cuota de rehenes”.
Varios de los mineros fueron ejecutados y dos supuestamente fueron obligados a trasladar los cadáveres a un vehículo de carga para ser conducidos hasta el lugar “donde los cuerpos fueron enterrados con el apoyo de una máquina retroexcavadora”.
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