El Gobierno brasileño anunció hoy una intensa movilización para combatir el Aedes aegypti, el mosquito transmisor del dengue, la chikunguña y el zika, tras constatar en laboratorio que este último virus, que comienza a propagarse por América Latina, es letal y provoca microcefalia en los fetos.
“Como no existe ninguna medida capaz de contener el avance del zika nos concentraremos intensivamente en el combate a su vector, el Aedes aegypti, hasta ahora la único eficaz para prevenir la transmisión de la enfermedad a mediano y largo plazo”, aseguró el director del Departamento de Vigilancia de Enfermedades Transmisibles del Ministerio de Salud, Claudio Maierovitch.
La movilización prevé tanto una intensificación de las acciones de las autoridades a nivel nacional, regional y municipal para eliminar los focos del mosquito, como una enorme campaña en medios de comunicación para convocar a la sociedad, “de quien depende el combate al Aedes aegyptis”, para que entienda la gravedad del asunto, aseguró Maierovitch en una rueda de prensa.
El funcionario admitió que el Ministerio de Salud está en alerta por el rápido avance del zika en Brasil y por haber comprobado con estudios clínicos que el virus, que se consideraba menos peligroso que el dengue y la chikunguña, es una seria amenaza a la salud.
El vocero del Ministerio agregó que el estado de emergencia en salud pública declarado por el Gobierno el 11 de noviembre impedirá que falten recursos para el combate al Aedes aegypti pese a la crisis fiscal que obligó a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, a recortar todos los gastos corrientes del Estado en diciembre.
“Recibimos la garantía del Ministerio de Planificación de que los gastos de la movilización serán prioritarios y que los recursos previstos para las acciones de combate al Aedes aegypti están garantizados”, aseguró.
Además de haber confirmado una muerte provocada por zika e investigar otros seis óbitos que se sospecha fueron causados por el mismo virus, el Ministerio ha notificado 1.248 casos de microcefalia en recién nacidos supuestamente provocados por esta enfermedad desde julio, cuando fue identificada por primera vez.
“Tenemos tres diferentes estudios clínicos que demuestran por primera vez que el zika puede provocar muertes y que causa malformaciones graves en los fetos”, aseguró.
El Ministerio de Salud no obligaba a las autoridades a registrar los casos de zika por considerarla una enfermedad menos grave. El último boletín epidemiológico, sin embargo, mostró que se está expandiendo rápidamente. Brasil contabilizaba hasta el viernes 1.248 casos de microcefalia con sospecha de haber sido provocados por el virus en 311 municipios de 14 de los 27 estados del país. El número supera significativamente los 739 casos de microcefalia registrados hasta hace una semana en nueve estados y más que dobla los 520 contabilizados hasta mediados de noviembre.
La llegada del zika multiplicó en ocho veces los casos de microcefalia en el país. En los últimos cinco años Brasil registró una media de 156 casos de microcefalia anuales.
“Como todos saben no hay hasta ahora ninguna magia capaz de acabar con el virus por lo que el control de la enfermedad depende totalmente del control del mosquito. No hay otra medida que pueda ser implementada”, admitió el funcionario.
Mairovitch agregó que, ante las dificultades que el país ha enfrentado todos los años para combatir al mosquito que hasta ahora solo transmitía el dengue, Brasil tiene que prepararse para convivir “por algún tiempo” con la nueva enfermedad
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