La ensalada, el plato saludable por excelencia, podría no ser tan ‘inocente’.
Vaya por delante que clasificar los alimentos en buenos y malos no es mi rollo, pero es bueno estar al tanto de estas cosas para poder valorarlo en conjunto y actuar en consecuencia. Y ahora la noticia de hoy:
Diversas investigaciones han detectado la presencia de residuos de plaguicidas en las frutas y hortalizas, sustancias químicas que impiden que las plagas y las enfermedades destruyan los sembrados y arruinen las cosechas, pero ¿cómo nos afectan a nosotros?
Los expertos advierten de las “preocupantes consecuencias” que su ingesta puede tener para la salud, con “incidencia en el desarrollo de enfermedades como el párkinson, cáncer de próstata, linfoma y mieloma múltiple”, entre otras.
Además, el problema puede ser incluso más grave “si se examinan los efectos en conjunto” de estas sustancias.
Es lo que asegura un informe de la organización ecologista Generaciones Futuras, revelado por Le Parisien. Según esta ONG, el 16% de las ensaladas analizadas (procedentes de distintos supermercados) contienen rastros de cinco productos químicos prohibidos en Francia.
En concreto, tal y como publica el diario galo Le Figaro, más de una ensalada de cada 10 contendría sustancias químicas prohibidas desde hace décadas.
Entre las sustancias encontradas destacan:
– DDT, un pesticida altamente cancerígeno, prohibido en Francia desde 1971.
– Imidacloprid, un insecticida neurotóxico que se usa para exterminar abejas.
Además, las ensaladas también contienen muchos disruptores endocrinos, sustancias químicas exógenas que perturban el funcionamiento hormonal de los seres humanos y pueden causar cáncer de mama, útero y testículos.
Aunque las cantidades que contienen son mínimas, según los expertos, no se debe despreciar un ‘efecto cóctel’; y es que al combinar estos productos químicos su capacidad tóxica se multiplica.
“No lo esperábamos y, aunque puede parecer una proporción pequeña, no es en absoluto algo trivial”, afirma uno de los autores.
Estos productos ilegales suelen estar cada vez más controlados pero hay algunas zonas donde el comercio de plaguicidas está floreciendo, y según señalan los investigadores, algunos cultivos pueden estar impregnados por años de uso sin control.
España es, tras Francia e Italia, el país europeo con mayor consumo de pesticidas, con una inversión anual aproximada de 600 millones de euros en la compra de 40.000 toneladas de estos principios activos, según datos de la Fundación Vivo Sano (FVS).
Lo más preocupante, advierten los expertos, es el ‘efecto cóctel’, que consiste en la interacción combinada de varios pesticidas, ya que, habitualmente, se usan fórmulas mixtas lo que “podría potenciar sus efectos tóxicos sobre nuestro organismo”.
“Lo que de verdad resulta preocupante es hallar tantos pesticidas diferentes en un mismo alimento”,señalan los responsables del análisis. Un exceso que se observa independientemente de que la fruta o la verdura fuese adquirida en un puesto del mercado, en un súper o en un hipermercado y que alcanza su máxima expresión en peras y lechugas.
¿Qué hacer?
Ante esto la OCU recomienda seguir las siguientes medidas para reducir en lo posible la ingesta de pesticidas:
– Lavar (la fruta y la verdura) durante más de un minuto, a ser posible con agua templada y añadiendo un poco de bicarbonato sódico.
– En el caso de las lechugas, acelgas y espinacas limpiar las hojas una por una, con agua fría, de lo contrario pierden frescura.
– Al secarlas, utilizar papel de cocina para arrastrar los pesticidas que aún pudieran quedar en la superficie.
– Pelar las frutas y verduras, aunque sea a costa de eliminar buena parte de la fibra, minerales y vitaminas que aporta la piel.
– Se recomienda, sobre todo, en el caso de las peras y las manzanas, donde la variedad de pesticidas puede ser muy significativa.
– En las verduras de hoja también conviene tirar las hojas exteriores.
– Priorizar las piezas de temporada, puesto que llevan menos sustancias postcosecha (destinadas a mejorar la conservación).– También ayuda seguir una dieta variada, ya que disminuyen las probabilidades de repetir la ingesta de un mismo pesticida.
EV Houston Newspaper – Yahoo / Foto: Referencial