
El pasado lunes un custodio halló un bebé envuelto en toallas y aún con su cordón umbilical dentro de un pesebre en la iglesia Holy Child Jesus, de Nueva York. José Moran escuchó el llanto pero no pensó nada porque mucha gente entra y sale de allí.
“El custodio escuchó el llanto, el llanto de un bebé y buscó alrededor” dijo el Obispo Octavio Cisneros. Luego del hallazgo, el personal de la iglesia contacto al 911 y el bebé fue trasladado al Jamaica Hospital Medical Center en Queens. Con 5 libras y 2 onzas, se encuentra en perfecto estado de salud.
El estado de Nueva York permite a las madres abandonar a sus hijos de forma anónima sin el miedo de persecusión, siempre y cuando estos no pasen los 30 días de nacidos, además debe ser dejado con una persona apta o que alguien este informado sobre la úbicación del niño.
Con información de CNN
EV HOUSTON / Foto: Cortesía