El pasado 23 de noviembre un sismo de 5,6 en la escala de Ritcher tuvo su epicentro a 48 kilómetos al este del municipio de San Marcos, en el sureño estado de Guerrero, a 10 kilómetos de profundidad.
El movimiento telúrico se hizo sentir en el centro y el sur del país, incluyendo la capital, aunque al momento del siniestro no se reportaron ni daños, ni víctimas. Horas más tarde informaron de la muerte de dos personas en el municipio de Cocotitlán.
Según la comisión estatal de segurirdad del estado de México, los muertos eran obreros que quedaron atrapados en una zanja cuando realizaban trabajos de drenaje.
“Ante el sismo hubo corrimientos de tierra y dos de los trabajadores no pudieron salir de la zanja y quedaron sepultados”, informaron fuentes de la comisión citadas por medios mexicanos.
La prensa local también reportó que fue necesario el uso de maquinaria pesada para sacar los cuerpos de las dos víctimas fatales.
EV HOUSTON / Foto: Referencial