Los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y de Venezuela Nicolás Maduro, acordaron ayer en Quito el retorno de sus respectivos embajadores y la apertura de una investigación sobre la situación de la frontera común, entre otras medidas para solucionar la crisis bilateral que han mantenido.
También decidieron tratar con sus equipos ministeriales “los temas sensibles” relativos a la crisis fronteriza que han mantenido, lo que harán a partir de una primera reunión que se celebrará este miércoles en Caracas, según una declaración leída por el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, al término de una reunión celebrada en el Palacio de Gobierno de Ecuador.
Estos fueron los principales acuerdos de una reunión que finalizó ante los periodistas con un apretón de manos “a cuatro”, un gesto amistoso en el que, a los mandatarios venezolano y colombiano, se sumaron el uruguayo, Tabaré Vázquez, y el ecuatoriano y anfitrión, Rafael Correa.
Vázquez y Correa estuvieron presentes en el encuentro presidencial como presidentes de turno de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), organismos en nombre de los cuales mediaron para lograr el acercamiento bilateral.
La declaración conjunta incluye también otros puntos, como “la progresiva normalización de la frontera”, el reconocimiento de la “coexistencia de los modelos económicos, políticos y sociales de cada país” y “un llamado al espíritu de hermandad y unidad, propiciando un clima de mutuo respeto y convivencia”, además de “continuar trabajando con el acompañamiento de Ecuador y Uruguay”.
Santos y Maduro se mostraron satisfechos con el resultado de la reunión, en la que, según reveló el primero, se acordó investigar “algunos incidentes en la frontera de violación del espacio aéreo” colombiano, así como trabajar conjuntamente en la lucha contra las bandas criminales, el narcotráfico y el contrabando.
“Yo entiendo perfectamente la preocupación del Gobierno de Venezuela con las bandas criminales, con las mafias que están incrustadas en la frontera”, declaró Santos, quien expresó su interés en combatirla de forma conjunta con Venezuela
El mandatario mostró su respeto a las medidas adoptadas por el Gobierno de Venezuela, como el cierre parcial de la frontera y las expulsiones de colombianos en situación irregular, pero remarcó su exigencia de respeto a los derechos humanos de sus compatriotas y dijo que en el encuentro se acordó investigar también lo sucedido en estos casos.
Maduro dijo que la cita de hoy supuso un “reinicio” de relaciones “basadas en la cooperación, el respeto y el enfrentamiento común de los problemas” y manifestó su esperanza en que el trabajo venidero permita “despejar” los asuntos que afectan a ambos países para beneficio de sus respectivos pueblos y “de toda la región sudamericana”.
El gobernante venezolano reconoció que el encuentro con Santos no estuvo exento “de complejidades y de dificultades” debido a lo delicado de los asuntos tratados, “pero hemos demostrado que con voluntad política sí se puede” encontrar solución a los problemas, señaló.
Y agregó que lo que triunfó en la reunión fue “la sensatez, el diálogo y lo que debe triunfar siempre: la paz” entre los países y sus pueblos.
Correa expresó su gratitud por la “casi” inmediata aceptación de ambos mandatarios de reunirse en Quito ante la invitación de la Unasur y de la Celac, “superando cualquier legitima aspiración” y “condicionamientos que habían propuesto para una reunión bilateral”
“Y esto consolida esa unión latinoamericana, una gran familia donde pueden surgir diferencias, pero el cariño, el afecto, esa historia común y ese destino común, esa voluntad de integración, esa voluntad de paz, permiten que se supere cualquier dificultad, cualquier desavenencia”, aseveró.
Vázquez dijo que los cuatro jefes de Estado salieron “reconfortados” del encuentro, que permitió alcanzar “metas y objetivos muy importantes”, no solo para los “hermanos” colombianos y venezolanos, “sino para todo el pueblo latinoamericano”.
Los acuerdos alcanzados van encaminados a superar una crisis surgida tras la decisión del presidente de Venezuela de decretar, el 19 de agosto, el cierre parcial de la frontera, a lo que siguió la expulsión de más de 1.600 colombianos de territorio venezolano, según cifras de organismos de la ONU.
Otros 19.000 abandonaron Venezuela por decisión propia, de acuerdo con un informe de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.
EFE / EFE