Juan Luis Guerra y su banda 4.40 evitaron este jueves el pleno de Natalia Lafourcade al arrebatarle en última instancia el premio al álbum del año en la 16 edición de los Grammy Latino, una ceremonia marcada por el mensaje político que lanzaron Maná y Los Tigres del Norte.
Los artistas mexicanos, tras su actuación conjunta sobre el escenario del Grand Garden Arena del hotel y casino MGM de Las Vegas (Nevada), sacaron una pancarta con el lema: “Latinos unidos. ¡No voten por los racistas!”.
Previamente, la banda mexicana, tras alzarse con el gramófono al mejor álbum pop rock por “Cama incendiada”, recordó que EE.UU. es el segundo país del mundo con mayor número de hablantes en español y animó a la población latina a ejercer el voto en las próximas elecciones presidenciales.
“Hay que votar por quienes nos den más calidad para los latinos. ¡Usen su fuerza!”, exclamó Fher Olvera, líder de la formación.
Ya en la sala de prensa, tanto Maná como Los Tigres del Norte precisaron que no apoyan a ningún partido político en concreto y que se pondrán de lado del candidato que mejores oportunidades ofrezca a los latinos.
“Que voten al candidato más humano. A quien más amor tenga en el corazón”, afirmó Olvera.
Asimismo, pidieron a la población que se registren para votar a través de la web somosmas2016.com.
Ganadores
En lo estrictamente musical, “Todo tiene su hora”, de Juan Luis Guerra y la banda 4.40, se llevó el principal galardón de la velada, el de mejor álbum del año, que dedicó a su familia y a República Dominicana, y frente a los medios dejó un desafío para el futuro: grabar una bachata con Paul McCartney.
Por su parte, Lafourcade obtuvo cuatro trofeos: canción del año, grabación del año, mejor álbum de música alternativa y mejor canción alternativa, todos ellos por “Hasta la raíz”.
“A través de la música he curado mi alma”, confesó la de Coatepec, de 31 años, refiriéndose a su separación. “Me separé y volví a nacer. En ese proceso encontré cosas maravillosas. Sin duda, es un disco de amor y de desamor”, declaró.
La ceremonia contó con un torrente de actuaciones donde se mezclaron multitud de estilos y géneros.
Así se lucieron J Balvin, Farruko, Major Lazer y Mo (juntos con “Ginza” y “Lean On”), Alejandro Sanz y Paula Fernandes con Mariachi Sol de México (“A que no me dejas”), Banda el Recodo con Wisin (“Mi vicio más grande” y “Las fresas”), Prince Royce (“Back It Up”), Matisse (“Si fuera fácil”) y Raquel Sofía (“Te amo idiota”).
También actuaron ChocQuibTown (“Salsa y choque”), Pablo Alborán (“Recuérdame”), Ricky Martin (“Disparo al corazón” y “La mordidita”), Natalia Jiménez con Il Volo (“Creo en mí”), Nicky Jam y Omi (“El perdón” y “Cheerleader”) y Maná y Los Tigres del Norte (“Ironía” y “Somos más americanos”).
Lo más destacado de la gala fue la intervención de Bomba Estéreo junto a Will Smith (“Fiesta”), así como la de Roberto Carlos (“Te amo, te amo”, “Propuesta”, “Distancia” y “Un millón de amigos”) y la de Wisin y Ricky Martin (“Que se sienta el deseo”).
Pusieron el colofón Espinoza Paz con Mariachi Sol de México (“Perdí la pose”), Maluma y Fifth Harmony (“Sin contrato”), Natalia Lafourcade (“Hasta la raíz”), Juan Luis Guerra (“Todo tiene su hora”), Julión Álvarez (“El amor de su vida”) y Silvestre Dangond con Nicky Jam (“Materialista”).
Durante la gala se entregaron el premio al mejor álbum de música urbana (“El que sabe, sabe”, de Tego Calderón), el mejor álbum de música banda (“Mi vicio más grande”, de Banca el Recodo), el mejor álbum vocal pop contemporáneo (“Sirope”, de Alejandro Sanz) y mejor canción urbana (“Ay vamos”, de J Balvin).
Los colombianos Monsieur Periné se coronaron como mejor nuevo artista y recogieron con orgullo el trofeo en representación “de todos los jóvenes artistas que llevan años luchando y buscando en sus raíces latinoamericanas”.
Uno de los premios más celebrados fue el de Nicky Jam y Enrique Iglesias como mejor interpretación urbana, por “El perdón”.
“Quiero dar las gracias a Dios todopoderoso”, dijo el reguetonero. “Sin él no se respira. Gracias a Puerto Rico por darme el sabor. Dedico esto a la gente de París por lo que pasó. Dios los bendiga mucho”, apuntó.
A pesar de la exhibición de los jóvenes talentos que desfilaron por el escenario, todos quedaron eclipsados por el momento en que Rita Moreno, a sus 83 años y quitándose los guantes como una Gilda desatada, se lanzó a “perrear” bailando reguetón y dejando claro que no hay género musical que se le resista.
EV Houston Newspaper – EFE / Foto: EFE