En un comunicado oficial del ministerio de Asuntos Exteriores, que ha sido hasta ahora ignorado públicamente por el gobierno de Nicolás Maduro, se percibe un tono más elevado que en recientes pronunciamientos de los vecinos.
Hasta ahora se desconoce si hay alguna respuesta del gobierno venezolano al respecto.
“El gobierno de Guyana está extremadamente perplejo” porque el gobierno de Venezuela niega por una parte que emprenda acciones que obstaculicen el desarrollo de Guyana, “pero al mismo tiempo el mismo gobierno publica estas objeciones a las iniciativas de Guyana para su desarrollo, pero utilizando medios locales de Guyana”.
El comunicado se refiere a una publicación en el medio guyanés Kaieteur News, el 13 de marzo pasado de 2015, donde se menciona el hecho de que los líderes de ambos gobiernos han subrayado “la necesidad de profundizar la cooperación” entre Guyana y Venezuela.
El aviso de prensa de Venezuela “falla en reconocer que estos esfuerzos se han visto desafiados por las amenazas y acciones de Venezuela en contra de inversionistas deseosos de cooperar y aquellos que ya están operando en Guyana”, dice en evidente alusión a ExxonMobil.
La petrolera estadounidense inició a comienzos de marzo su campaña exploratoria en aguas del Atlántico. Se trata de una concesión a 10 años, valorada en 200 millones de dólares. Expertos venezolanos en temas de relaciones internacionales, como el abogado Emilio Figueredo, afirman que la campaña de la petrolera está centrada en una concesión que incluye aguas venezolanas.
“Las premisas de las objeciones venezolanas continúan siendo su espurio e ilegal reclamo del territorio de Guyana. La frontera terrestre entre Guyana y Venezuela fue permanentemente y definitivamente limitada el 3 de octubre de 1899, como continuación del Tratado de Washington del 2 de febrero de 1897. El punto de vista expresado en el Comunicado (de Venezuela) de que hay una disputa territorial ‘heredada del colonialismo inglés’ es en consecuencia patentemente falso (…) Como un Estado soberano empoderado bajo la ley internacional y en ejercicio de sus derechos soberanos sobre su plataforma continental y zona económicamente exclusiva, la República de Guyana tiene completa e irrestricta autoridad para explorar –con o sin socios- y explotar recursos vivientes o no vivientes en su jurisdicción. Cualquier acto u objeción al ejercicio de esta jurisdicción es contraria a la ley internacional”.
“Mientras que es un hecho que la delimitación de las fronteras marítimas entre Guyana y Venezuela permanecen como un asunto pendiente, es diáfano que hay espacios que legítimamente pertenecen solo a uno de los dos Estados”, agrega.
“Los vanos esfuerzos de Venezuela por vincular su espurio e ilegal reclamo del asunto del Esequibo guyanés a temas relacionados con la plataforma continental y la zona económica exclusiva de Guyana en el contexto del Acuerdo de Ginebra el 17 de febrero de 1966, en consecuencia no tienen base legal”.
“El hecho es que el Acuerdo de Ginebra no está relacionado a ninguna disputa fronteriza o territorial, sino a un unilateral e insustentable reclamo de Venezuela de que el Acuerdo Arbitral de 1899 es nulo y sin validez. Guyana rechaza completamente estos esfuerzos por mezclar en el contexto del Acuerdo de Ginebra dos temas separados”, afirma.
“Debe ser suficiente repetir que el Proceso de Buenos Oficios ha estado vigente por cerca de 25 años, pero Venezuela en muchas ocasiones ha tomado acciones y emitido pronunciamientos que son perjudiciales a ese proceso, aunque este estuvo plenamente operativo, esto ha incluido acciones militares y estridentes comunicados por parte de altos funcionarios de Venezuela”.
“Guyana rechaza las amenazas veladas en los seis párrafos del Comunicado donde se señala que Venezuela se reserva el derecho de ejecutar toda las acciones en el campo diplomático y de acuerdo con la Ley internacional que puedan ser necesarias para defender y salvaguardar la soberanía y la independencia (de Venezuela) sobre el Esequibo”.
“El gobierno de la República de Guyana ha tenido ocasión de advertirle al gobierno de Venezuela que cualquier acción de este tipo será una flagrante violación a la integridad territorial de Guyana, a la ley internacional y también constituye una violación al Acuerdo de Ginebra”.
Finalmente el gobierno de Guyana desea dejar claro que las inversiones aprobadas lo han sido únicamente por el interés del pueblo de Guyana, dice el texto.
“Guyana en consecuencia rechaza completamente la insinuación de que estas inversiones y operaciones son o pudieran ser perjudiciales a los intereses del gobierno de la República Bolivariana de Venezuela”, agrega.
El texto oficial también insiste en que el gobierno de Guyana hace llamados al de Venezuela a ser respetuoso del Tratado de 1897 y el arbitraje de 1899, la demarcación de las fronteras en 1905 entre Guyana y Venezuela. También dice que está comprometido a una solución diplomática consistente con la ley internacional, “pese a los pronunciamientos públicos de Venezuela a través de varias agencias oficiales que no van a quedar sin respuesta”.
Abraham Puche / EV Houston / Foto: Archivo