Las pruebas científicas y periciales confirman “a plenitud” que los 43 estudiantes desaparecidos en México el 26 de septiembre fueron asesinados e incinerados en un basurero del municipio de Cocula a manos de miembros del crimen organizado, dijo hoy el fiscal general, Jesús Murillo.
A partir de 487 dictámenes periciales, contrastados con las declaraciones de los 99 detenidos, Murillo confirmó que “ha quedado acreditado” de un modo “contundente” que los jóvenes fueron privados de la libertad, de la vida, incinerados y arrojados al río San Juan.
Esta información fue proporcionada en una conferencia de prensa en la capital mexicana un día después de que se cumplieran cuatro meses de la desaparición y miles de mexicanos marcharan exigiendo justicia y verdad.
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