Romper el miedo de los mexicanos a denunciar actos de corrupción y abusos de poder es el principal objetivo de la plataforma Mexicoleaks, una herramienta con la que los ciudadanos podrán filtrar a la prensa documentos sobre actos ilícitos cometidos por autoridades.
“Se eliminan barreras que puedan tener por una cuestión natural las fuentes, el miedo a ser identificados, el miedo a romper acuerdos de secreto, el miedo a represalias políticas, a su propia seguridad; si se siguen los pasos adecuadamente para enviar una filtración, es imposible saber de dónde viene”, dijo a Efe la editora general de Animal Político, Dulce Ramos.
Esta publicación digital es uno de los seis medios de comunicación y dos organizaciones que forman Méxicoleaks, una iniciativa que arrancó esta semana y que en solo unos días ya ha recibido más de medio centenar de filtraciones.
La idea partió de la organización holandesa Free Press Unlimited, ya se ha puesto en práctica en otros países y llega ahora a México, un país en el que la corrupción es una de las principales preocupaciones para la población.
Según explicó Ramos, el funcionamiento de la plataforma comienza subiendo el archivo que se va a filtrar, tras lo que hay que decidir si se filtra este documento a un miembro de la alianza, a varios o a todos. “Nosotros lo recibimos en un sistema encriptado y con toda la seguridad desarrollada para esto”, dijo.
Tras esto, la información llega al medio de comunicación y, en el caso de que lo encuentren “de interés público y periodístico” comienzan la investigación del asunto y el informante queda totalmente protegido. Existe la opción de que se empiece un diálogo, pero todos los mensajes “caducan” y desaparecen, explicó.
En el caso de que la misma filtración llegue a varios medios, estos tendrán que ponerse en contacto para ver cómo van a colaborar en las investigaciones, algo que en opinión de Ramos será muy positivo para la prensa mexicana.
“La relación histórica entre los medios de comunicación en México no ha sido la mejor, nos miramos entre nosotros con sospecha” y “no estamos acostumbrados a generar alianzas, a pesar de que persigamos los mismos objetivos”, agregó.
Pese a que los medios de comunicación van a hacer todo lo posible por que los casos de corrupción salgan a la luz, Méxicoleaks no es la garantía de que vaya a haber castigos ya que “la responsabilidad mayor de que algo pase es, en primer lugar, del poder judicial y de que los ministerios públicos abran una averiguación”.
“Nosotros podemos hacer nuestro trabajo bien documentado, con rigor, investigando, contrastando, preguntando, pero finalmente esta responsabilidad de que algo pase termina siendo de las autoridades”, añadió.
Junto con Animal Político participan en Méxicoleaks la revista Emeequis, la revista Proceso, Periodistas de a Pie, Más de 131 y la unidad de investigación de la periodista Carmen Aristegui.
La participación de esta última ha generado polémica, ya que la radio para la que trabaja, MVS, se ha deslindado de esta propuesta e incluso ha despedido a dos de los miembros de su equipo.
Tras los despidos este sábado fue hackeada la página web del medio, donde se publicó un comunicado apócrifo en el que se indicó que “MVS en este momento ya pertenece a Méxicoleaks de forma involuntaria, ya que sus documentos, correos electrónicos, entre otra información se encontrarán disponibles en esta plataforma”.
Además de estos medios de comunicación, en Méxicoleaks participan las organizaciones Proyecto sobre Organización, Desarrollo, Educación e Investigación (Poder) y Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D).
El director de esta última, Luis Fernando García, explicó a Efe que la misión de esta organización es defender el ejercicio de los derechos humanos a través de la tecnología y “lo que es Méxicoleaks es precisamente eso, una herramienta que facilita el ejercicio de derechos”.
“Tanto el ejercicio de las personas que poseen información de interés público de difundir esa información, como también el derecho de organizaciones periodísticas para difundirlo y para proteger a las fuentes”, agregó.
En su opinión, esta nueva herramienta servirá para “fomentar esta cultura de la filtración, de la difusión de información de interés público independientemente de los deberes de secrecía”.
“Los filtradores son muy importantes en una democracia y no es una actividad ilegal, sino por el contrario es un uso protegido por la libertad de expresión como ha sido reconocido por organismos de derechos humanos a nivel internacional”, aseguró.
En el caso de ser necesario, explicó García, acompañarán y defenderán a los medios de comunicación, si llegaran a tener algún problema por las informaciones publicadas.
EFE / foto: EFE