El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, aseguró, tras reunirse hoy en Riad con el rey saudí -Salman bin Abdelaziz-, que la política de su país hacia los países árabes del Golfo no cambiará si se alcanza un acuerdo nuclear con Irán.
“Nada cambiará si mañana se consigue un acuerdo con Irán”, apuntó Kerry en una rueda de prensa conjunta con el ministro saudí de Exteriores, Saud al Faisal.
Asimismo, señaló que si Teherán no toma pasos “serios y difíciles” no habrá avance en las negociaciones, aunque reconoció que las conversaciones consiguieron algunos “éxitos”.
Sin embargo, precisó que la comunidad internacional no va a hacer la vista gorda en cuanto a “las otras actividades (de Irán) que llaman a perturbar la estabilidad en Siria y Yemen, incluido su apoyo al terrorismo”.
Kerry se reunió también con varios jefes de la diplomacia del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) Pérsico, para informarles de su ronda de negociaciones con Irán sobre su programa nuclear.
Además, Kerry pidió al grupo rebelde chií yemení de los hutíes a comprometerse con la iniciativa del CCG que auspicia la transición política en Yemen después de la destitución del expresidente Ali Abdalá Saleh en febrero de 2012.
También agregó que existen informaciones de la participación de Irán en las operaciones para liberar la ciudad iraquí de Tikrit del control del grupo yihadista Estado Islámico (EI) y en acciones militares en el norte del país, aunque señaló que no hay coordinación entre su país y Teherán en este asunto.
En cuanto a Siria, Kerry recalcó que el presidente Bachar al Asad “perdió toda su legitimidad”, aunque precisó que la prioridad de su país, actualmente, es la guerra contra el EI.
Además, se comprometió a ejercer presiones para que haya un cambio político en Siria.
Por su parte, Al Faisal aseguró que la comunidad internacional quiere impedir que Irán obtenga armas nucleares y señaló que el programa nuclear iraní y “su injerencia en la región” suponen una preocupación para su país.
“No sentimos enemistad hacía Irán, pero (este país) apoya al terrorismo y no quiere la paz. Esperamos que oiga la voz de la razón”, agregó.
También explicó que “no existen” discrepancias entre Washington y Riad sobre la crisis en Siria y consideró que Al Asad supone una amenaza para la región y el mundo.
Además, estimó que la continuación de la crisis en Siria convierte a este país en un refugio para el terrorismo.
La mayoría de los países del CCG, con Arabia Saudí a la cabeza, respaldan la lucha liderada por EEUU contra el EI en Siria e Irak, participan con su aviación en los bombardeos contra las posiciones yihadistas, y demuestran también su preocupación por el aumento de la influencia iraní en los países de la región.
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