Francia movilizará a 10.000 militares para reforzar la seguridad en puntos sensibles de su territorio mientras la policía busca hoy a posibles cómplices de los autores de los atentados yihadistas que causaron 17 muertos la semana pasada.
El anuncio lo hizo hoy el ministro galo de Defensa, Jean-Yves Le Drian, al término de una nueva reunión de crisis presidida en el Elíseo por el jefe del Estado, Francois Hollande, después de las multitudinarias manifestaciones antiterroristas que el fin de semana reunieron a cuatro millones de personas en toda Francia.
Además, hoy se decidió desplegar 4.700 policías y gendarmes para proteger escuelas y centros de culto judíos.
Uno de los atentados costó el viernes la vida a cuatro judíos franceses en la toma de rehenes en un supermercado kosher en París.
El imponente despliegue de militares y policías responde a lo que este Gobierno considera una elevada amenaza para Francia por los ataques cometidos por tres yihadistas, que el viernes fueron abatidos por las fuerzas especiales galas.
El primer ministro francés, Manuel Valls, anunció hoy que entre los edificios protegidos estarán también las mezquitas, después de que algunos de esos lugares de culto hayan sido atacados en los últimos días en posibles actos de islamofobia.
La última de ellas fue la mezquita de Poitiers (suroeste de Francia), que está en construcción y donde anoche se produjo un incendio intencionado, según la policía.
En una entrevista televisiva, Valls señaló hoy que los servicios de seguridad creen que al menos uno de los tres terroristas que actuó la semana pasada tenía cómplices y que están siendo buscados.
Sin dar más datos, Valls señaló que “consideramos que hay eventuales cómplices” de Amedy Coulibaly, el yihadista que el viernes tomó una decena de rehenes en el supermercado “Hyper Cacher” de París.
Su pareja, Hayat Boumedienne, la mujer más buscada de Francia por su supuesta complicidad en los atentados, salió sin embargo del país el 2 de enero y el jueves 8 viajó desde Turquía a Siria, según confirmó hoy el ministro turco de Exteriores, Mehmet Çavusoglu.
En Francia siguen produciéndose homenajes a las 17 víctimas de los atentados, entre ellos los doce fallecidos en la masacre de la revista satírica “Charlie Hebdo”, que en su próximo número, que saldrá el miércoles con una tirada de un millón de ejemplares, volverá a publicar caricaturas de Mahoma, según se anunció hoy.
Mañana martes, el presidente Hollande se desplazará a la prefectura de policía de París para recordar a los tres agentes muertos en los ataques, mientras la Asamblea Nacional francesa celebrará una sesión especial de homenaje.
El Gobierno francés destacó hoy la necesidad de implicar a la oposición en el combate contra el terrorismo, en palabras del primer ministro francés.
El socialista Valls se pronunció en favor de “asociar plenamente a la oposición” en un marco multipartidista para ofrecer “una respuesta de gran firmeza” en la lucha antiterrorista.
Señaló que uno de los desafíos que se plantean son las “1.400” personas vinculadas a las redes yihadistas en Irak y Siria, bien porque se hayan integrado, por haber participado en el reclutamiento o por haber manifestado su voluntad de asociarse.
En otra entrevista televisiva, el exjefe del Estado francés y actual presidente de la conservadora UMP, Nicolas Sarkozy, apoyó la respuesta de Hollande a los atentados y abogó por crear una comisión para investigar sus causas.
Sarkozy indicó, además, que aunque la inmigración no es la causa del terrorismo, “complica las cosas”.
“No diré que la inmigración y lo que hemos conocido estén relacionados. Sería absurdo y excesivo, pero complica la situación porque, naturalmente, cuando la integración no funciona, tenemos un problema para manejar a un cierto número de individuos en nuestro territorio nacional”, declaró Sarkozy a la emisora “RTL”.
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