La escasez de alimentos en Venezuela es grave, como nunca antes visto en la historia del país. Ya se ha vuelto habitual ver colas “kilométricas” de personas frente a los supermercados para comprar lo que haya en ese momento, sin la seguridad de que alcance para todos.
En vista de la censura que el Gobierno aplica a la mayoría de los medios de comunicación, muchas personas han asumido el papel de “periodistas”, toman fotos a las colas o anaqueles vacíos de los supermercados y difunden la información a través de las redes sociales.
Lamentablemente este ejercicio de la libertad de expresión se ha convertido en un “delito” para las autoridades, quienes ahora detienen y encarcelan por varias horas a cualquiera que tome fotos a las colas, incluso a los que protesten de forma pacífica.
Por ejemplo, la Policía Nacional detuvo este sábado en Caracas al señor Rafael Araujo, un abuelo de edad avanzada que protesta de manera muy peculiar: muestra volantines (papagayos o cometas) con frases en contra de la escasez de alimentos. Fue liberado a altas horas de la noche de ese mismo día.
En la ciudad de Cumaná detuvieron al coordinador juvenil del partido Voluntad Popular Renzo Malavé por protestar frente a una cola en un supermercado del centro de la ciudad con una pancarta que decía: “Querer una Venezuela sin colas no es un delito #LiberenALeopoldo”.
De igual modo, lo menos 13 personas fueron detenidas por la Guardia Nacional Bolivariana en actividades de protesta realizadas este sábado en San Bernardino y Santa Fe de Caracas.
El periodista Carlos Julio Rojas, coordinador del Frente en Defensa del Norte de Caracas, Luis Alfredo Dos Santos, de 23 años de edad y estudiante de la Universidad Santa María, Carlos Alberto Contreras, Douglas Omar Gil Castillo, Christian Juárez y Rafael Araujo fueron apresados cuando manifestaban su descontento por las largas colas que se han repetido en supermercados y establecimientos de víveres en todo el país.
Lamentablemente algunos supermercados privados del país también han prohibido que les tomen fotos a sus anaqueles vacíos, alegando su “derecho a la privacidad”.
“Está totalmente prohibido tomar fotos en ninguna de las áreas del Automercado Plaza’s.”, se lee en el comercio.
El usuario de twitter Oliver Laufer compartió a través de las redes sociales su experiencia: “Acaban de prohibirme @Excelsior_Gama tomar fotos de anaqueles vacíos y colas. Comparto con ustedes. para jabón”, expresó el pasado viernes, a la vez que repudió el mal trato recibido por parte de los empleados, quienes lo amenazaron diciendo: “si tomas otra foto te mando a meter preso”.
Utilizando la etiqueta #AnaquelesVacíosEnVenezuela la indignación de los venezolanos se hizo sentir en twitter.
De país rico a país sin nada
Los anaqueles vacíos en los supermercados del país son cada vez más comunes, la , los pañales, el papel higiénico, el , el detergente, la de maíz, el , el azúcar, y otros productos de la cesta básica pasaron a ser los más buscados para los ciudadanos de a pie, quienes deben visitar varios comercios y hacer largas colas para, si tienen suerte, conseguir alguno de los tan necesitados productos.
Las colas kilométricas dejaron de ser noticia para convertirse en la cotidianidad del venezolano, al igual que la tortuosa jornada de saltar por cada mercado para ir reuniendo los alimentos necesarios, el ya común “disculpe, dónde consiguió ese papel tualé” ya no sorprende al afortunado que camina con sus bolsas luego de gastar más de lo que gana en la canasta alimentaria.
La escasez se vive y se siente cada vez con mayor intensidad, los estantes desiertos pasaron de ser la excepción para convertirse en la norma, lo que ha incentivado a los consumidores a compartir las decepcionantes imágenes a través de las redes sociales, sin embargo, una nueva normativa se ha impuesto en los automercados causando incredulidad y conmoción entre los venezolanos.
Mientras el Gobierno culpa a los empresarios y comerciantes de acaparar los productos para crear la escasez y propiciar un estallido social, los sectores económicos y la oposición política aseguran que la escasez es una consecuencia de las fallidas políticas económicas del Gobierno y el excesivo control cambiario frente al dólar, que ha paralizado el aparato productivo nacional y han limitado las importaciones de bienes.
Para las regiones de Venezuela la escasez y las colas de alimentos se han vuelto en una lamentable cotidianidad, pero este efecto se está empezando a sentir en Caracas, asiento de los poderes públicos.
Empresarios y comerciantes habían advertido, desde el año pasado, que el Gobierno ordenó el total abastecimiento de alimentos en Caracas para evitar el alzamiento popular, pero la escasez ya llegó a la ciudad capital donde ya se registran fuertes focos de disturbios.
Mientras tanto, Nicolás Maduro continúa su gira por el Medio Oriente en un intento diplomático con el fin de revertir el desplome de los precios del petróleo. Se espera que anuncie unas prometidas medidas económicas cuando regrese a Venezuela, pero varios analistas coinciden que se tratarán de una nueva devaluación de la moneda frente al dólar, lo que redundará en mayor escasez y desesperación popular.
Abraham Puche / EV Houston / Fotos: Cortesía.