Venezuela es el país más peligroso de América del Sur y uno de los más corrompidos del mundo, según datos obtenidos por la prestigiosa revista Gallup y otras organizaciones internacionales vigilantes de la violencia, por lo que no se convierte en un lugar muy propicio para disfrutar unas vacaciones.
Ya que el Gobierno ha mantenido oculta la cifra oficial de delitos cometidos y asesinatos, las estimaciones se recogen de las estadísticas que elaboran los medios de comunicación nacional y algunas ONG. Se calcula que solamente el año pasado hubo alrededor de 25 mil muertes violentas, casi todas vinculadas a hechos delictivos.
Particularmente la ciudad de Caracas, capital de Venezuela y asiento de los poderes públicos, es extremadamente peligrosa. Los atracos están a la orden del día: en las calles, en las intersecciones de los semáforos, en el Metro, mercados, centros comerciales, etcétera. No obstante, el resto del país no se escapa de este flagelo.
Sin embargo, hay extranjeros que se arriesgan a visitar Venezuela, bien sea por vacaciones o por otras razones personales. En estos casos trate, en lo posible, de obtener la ayuda o guía de algún familiar, amigo o persona de extrema confianza que viva en Venezuela y sepa cómo y por dónde moverse.
Pero si tiene que andar a solas sin más opciones, entonces es necesario que obedezca esta serie de consejos para mantenerse a salvo, particularmente si pasará algunos días en Caracas.
Estos ochos “mandamientos” fueron tomados del blog http://www.viajarcomeryamar.com/ del autor José David (Twitter: @aitor_vca), con algunas recomendaciones adicionales hechas por el redactor de esta nota basadas en la experiencia de vivir en Venezuela.
Habla lo menos posible. Evita quedar en evidencia como extranjero. Olvida llevar o mirar el mapa en la calle. Camina y muévete decidido, como si supieras a dónde vas, aunque no lo sepas. Mientras caminas piensa hacia dónde ir o te orientas. Si no lo logras, vé donde hay mucha gente y pregunta en alguna tienda concurrida.
Elige muy bien por dónde te mueves y, sobre todo, por dónde no. Evita quedarte solo. Intenta que alguien del lugar te indique las zonas más o menos seguras y, sobretodo, estar siempre que puedas donde veas familias venezolanas con niños pequeños. Nadie como ellos saben qué lugares son más seguros que otros.
Trata de imitar el acento venezolano. Intenta adoptar una cierta cadencia venezolana que puede ser útil para despistar a oídos ajenos a tu conversación. Además es de lo más divertido. La zona central de Venezuela (Gran Caracas, Miranda, Carabobo, Aragua) hablan con un tono similar al que estamos acostumbrados a escuchar por la televisión venezolana, pero los acentos y ritmos cambian en las regiones llanera, oriental, andina, centro-occidental, sureña y en el estado Zulia, en esta última entidad el “voseo” es muy particular.
No vistas como turista. Aunque hace un calor asfixiante, la gente viste de largo, incluso con jersey o chaquetas de manga larga. Olvídate de ir con los pantalones cortos, sandalias y el sombrero de playa. Allí siempre hace calor, y si hay algo que no saben controlar es cómo se usa un aire acondicionado, por lo que en los autobuses nocturnos y centros comerciales es gélido. Algo realmente increíble. Incluso llegué a ver alguien con plumón en los centros comerciales. Nada de chancletas. Ponte un pantalón largo y camiseta o camisa de manga larga. Te achicharras de calor seguro, pero pasas inadvertido fijo, y eso, en Caracas, es lo mejor que puedes hacer. Sacar fotos te delata. Caracas no es una ciudad para fotografiar.
¡Ni se te ocurra alquilar un carro! Menos hacer “autostop” o, como dicen en Venezuela, “pedir cola”. Muévete en transporte público, incluso el Metro, pero con mucho cuidado de no sacar teléfonos celulares ni prendas de valor. En el Metro de Caracas ocurren robos con cierta frecuencia, particularmente de “carteristas” que aprovechan la gran cantidad de personas para tratar de abrir los bolsos de sus dueños sin que se den cuenta y llevarse lo que puedan. Muchos choferes en Venezuela conducen “como locos” y no paran en los semáforos. Muchos delincuentes aprovechan las intersecciones de las calles o semáforos para atracar a los viajeros. Nada de bajar las ventanillas, ya verás que allí todos los coches tienen todas tintadas con papel transparente oscuro o ahumado (la delantera también en ocasiones) para que no se vea quién ni qué va dentro. Evita desplazarte al aeropuerto de la ciudad durante la noche. Los taxis te llevarán pero te digo que será una experiencia que nunca olvidarás, por experiencia. La autopista hasta el aeropuerto de Maiquetía (que sirve a la ciudad de Caracas) es de las más inseguras y por la noche desde los cerros tiran piedras para obligar a parar a los coches y cuando lo hacen hay grupos esperándolo para atracarlo.
Si viajas en bus expreso, jamás abras las cortinas. En el transporte privado de autobuses (largo recorrido) o el autobús del aeropuerto, llevan cortinas en las ventanas. No es para evitar el calor. No las abras. Es para evitar que las piedras que a veces les tiran los delincuentes desde afuera entren al vehículo y puedan herir a alguien. También para que nadie vea si hay gente o no dentro. Es una estrategia de muchos delincuentes y algunas personas que viven a lo largo de las carreteras extraurbanas lanzar objetos a los carros y buses para que el chofer se detenga a reclamar… ¡Pero se trata de un asalto masivo! Si viajas en carretera y lanzan alguna piedra o palo al vehículo, pisa el acelerador y huye a toda velocidad. Las pérdidas materiales se recuperan.
Lleva un teléfono (barato) siempre a mano. Te recomiendo que compres un teléfono barato de prepago en Venezuela. Te saldrá más barato que pagar tu tarifa de roaming. Además la telefonía allí es un poco peculiar, así que evítate problemas con tu teléfono. Si tienes uno libre de batalla, pues mejor. Compras una SIM prepago, te registras y ya está. Quizá precises de algún local para hacerlo. Prepárate a firmar el contrato con tu huella dactilar al más puro estilo DNI. Aunque compres un teléfono barato (que es lo recomendable) no hables con él ni envíes textos en plena calle. Y, por supuesto, ni se te ocurra sacar alguna tablet o computadora portátil.
Evita la policía. Que sea tu última opción. Muchos policías suelen ser corruptos e intentarán sacar provecho de la ayuda que le pides. En caso de que te pidan algún tipo de pago, paga sin rechistar.
Abraham Puche / EV Houston / Foto: Referencial