
¿Sabías que más de 960 millones de personas fuman todos los días? El hábito de fumar es uno de los más extendidos en todo el mundo, por lo que no es extraño que cada año mueran casi 6 millones de personas por su causa, según datos de la Organización Mundial de la Salud. De hecho, se estima que el tabaco mata a la mitad de los fumadores habituales.
Ante estas cifras, no es extraño que cada vez más personas sean conscientes de los riesgos a los que se exponen y que quieran abandonar el cigarro para siempre. Sin embargo, decirle adiós al tabaco no es tan sencillo, el escritor Mark Twain bromeaba al respecto afirmando que dejar de fumar era muy fácil, él mismo lo había hecho decenas de veces.
Abandonar el cigarrillo en 5 pasos
1. Determina tus metas
El primer y gran paso para abandonar el hábito de fumar es proponérselo conscientemente. Puede parecer una verdad de Perogrullo pero lo cierto es que muchos fumadores solo quieren dejar el cigarrillo de dientes para afuera, no se lo proponen realmente. Por eso, es importante que te fijes una fecha para abandonar el cigarrillo y que, antes de comenzar allanes el camino, lo cual significa que debes limpiar todo lo que tenga olor a tabaco, tirar los paquetes de cigarrillos de reserva y guardar los ceniceros.
También debes pensar en lo que te gustaría hacer en el horario que usualmente dedicas a fumar. Busca alternativas que te mantengan ocupado y distraigan tu mente, para que no pienses en el cigarrillo. Además, se recomienda que hagas a las personas que te rodean partícipes de tu decisión, así podrán apoyarte y comprenderte cuando estés de mal humor.2. Introduce pequeños cambios en tu estilo de vida
A veces pequeños cambios en el estilo de vida te pueden ayudar a sobrellevar la ansiedad y a evitar el deseo de fumar. La idea es que incorpores algunas modificaciones en tus hábitos cotidianos para que no sientas a cada momento la necesidad de recurrir al cigarrillo.
Por ejemplo, puedes comenzar a practicar ejercicios físicos, no solo te sentirás mejor sino que también evitarás los kilos de más que llegan cuando se abandona el tabaco. También puedes cambiar tus horarios de comida o incluso comer con mayor asiduidad, apostando por menús más saludables y ligeros. Por supuesto, también se recomienda evitar los estímulos que normalmente te inducen a fumar, como puede ser el café después de comida.3. Concéntrate en los beneficios
El período de desintoxicación no es fácil y en algunos casos puede provocar síntomas difíciles de manejar. De hecho, la mayoría de las personas que se plantean esta meta suelen ceder cuando notan los primeros indicios de ansiedad e irritabilidad, el aumento de peso y los cambios de humor repentinos, síntomas que normalmente aparecen durante los primeros 3 meses de desintoxicación.
Sin embargo, es importante que en todo momento seas consciente de que se trata tan solo de una parte del proceso. De hecho, ¿sabías que solo se necesitan 20 minutos sin fumar para que la tensión arterial se estabilice y la frecuencia cardiaca se normalice; 8 horas para que los niveles de oxígeno en sangre vuelvan a los niveles normales y 48 horas para recuperar el sentido del gusto y el olfato? Por tanto, focalízate en los beneficios y recuerda que esta es una fase transitoria. Así te mantendrás motivado.4. Pide ayuda
Muchas personas piensan que pedir ayuda les coloca en una posición de desventaja que les hace parecer débiles. Sin embargo, pedir ayuda es un signo de coraje, es reconocer nuestras limitaciones y, aún así, estar dispuestos a superarlas.
Puedes pedir consejo a otros amigos que han abandonado el tabaco, buscar ayuda en los grupos de apoyo para fumadores o incluso pedir cita a un psicólogo. Cuando el hábito de fumar está muy instaurado, puede que la fuerza de voluntad no sea suficiente, en esos casos sería conveniente contar con la experiencia de un profesional, que te dará más herramientas para enfrentar los momentos en los que te sientas flaquear.5. Recompénsate por cada logro
Cada pequeño logro es importante, así que felicítate y recompénsate por ello. El primer día sin fumar, la primera semana, el primer mes… Todo cuenta. Cuando te recompensas por cada paso no solo potencias tu motivación sino que refuerzas tu autoestima y te reafirmas en tu decisión. Por ejemplo, por cada día que pases sin fumar, puedes ahorrar algo y al final de la semana puedes usarlo para darte un pequeño capricho.
Se trata de que no desfallezcas y seas consciente de que estás haciendo un gran esfuerzo. Recuerda que el autocontrol no es un recurso ilimitado y que a veces necesitamos sentirnos mimados y animados, como los niños. Así tomamos fuerza y continuamos subiendo la cuesta.
(Con información de www.nutricionsaludable.com )
Abraham Puche / EV Houston / Foto: Referencial