
Después de una relación de doce años que ha recibido la máxima atención mediática, los duques de Cambridge, Guillermo y Catalina, consolidan la familia con el nacimiento de su primera hija, cuarta en la sucesión al trono británico.
El nacimiento del bebé, casi dos años después de que naciera en Londres su hermano, el príncipe Jorge, consolida una relación que comenzó cuando Guillermo quedó deslumbrado al ver a la entonces Catalina Middleton en un evento para recaudar fondos en Escocia.
Los duques comenzaron su relación tras conocerse en la Universidad escocesa de St. Andrews, donde estudiaron Historia del Arte y, en el caso del príncipe Guillermo, también Geografía.
A pesar de que procedían de entornos sociales diferentes, Guillermo, hijo de los príncipes de Gales y segundo en la línea de sucesión a la corona, y Catalina, de una familia de clase media- comenzaron una relación que se consolidó con el tiempo.
El príncipe Guillermo nació el 21 de junio de 1982 en la misma clínica londinense en la que Catalina dio a luz en julio de 2013 al príncipe Jorge, y tuvo una infancia marcada por un entorno familiar muy difícil debido a la separación de sus padres y la atención constante de los medios de comunicación.
Catalina nació el 9 de enero de 1982 en el seno de una familia sólida y nada aristocrática, pues su padre, Michael, fue operador de vuelos y su madre, Carol, azafata de British Airways (BA).
Los ahora duques de Cambridge, que se casaron el 29 de abril de 2011, llegaron a la Universidad de St. Andrews en 2001 y tras pasar un tiempo conociéndose, compartieron un apartamento, primero como amigos y más tarde como pareja sentimental.
Durante los años en Escocia la relación entre Guillermo y Catalina se afianzó gracias al “pacto de caballeros” sellado entre la familia real británica y los medios de comunicación con el objetivo de ayudar al futuro rey a concentrarse en sus estudios.
A través de ese ‘pacto’, los medios aceptaron no acosar al príncipe mientras estaba en la universidad.
En un sorpresivo anuncio, aunque muy esperado, Clarence House, la residencia oficial del príncipe Carlos, aseguró que el 16 de noviembre de 2010 el compromiso oficial de los duques y, por primera vez, los británicos pudieron escuchar la voz de Catalina cuando ésta fue entrevistada por la televisión.
El príncipe Guillermo y Catalina, a los que Isabel II les concedió el día de la boda el título nobiliario de duques de Cambridge, se casaron en la Abadía de Westminster en un evento que recibió una atención mediática sin precedentes.
Casi un año después de la boda, el 19 de marzo de 2012, Catalina pronunció su primer discurso en público durante la inauguración de unas instalaciones en Ipswich (este de Inglaterra).
Fue a finales de ese mismo año, el 3 de diciembre, cuando la familia real anunció el embarazo de la duquesa de Cambridge y comunicó que estaba siendo atendida en una clínica privada de Londres por vómitos matinales fruto de su estado.
Después de varios días de espera y tras un parto que duró alrededor de quince horas, el 22 de julio de 2013, en el día más caluroso del año en el Reino Unido, Catalina dio a luz en la clínica privada ‘Lindo’ del hospital St. Mary de Londres a su primer hijo, Jorge, que ocupa el tercer lugar en la línea de sucesión al trono.
El nacimiento del ‘bebé real’ generó una gran atención mediática, pues numerosos fotógrafos y periodistas esperaron durante semanas ante el hospital hasta el nacimiento de Jorge, que pesó 3,8 kilos.
Poco más de un año después, el 8 de septiembre de 2014 un portavoz oficial de los duques de Cambridge anunció que Guillermo y Catalina estaban esperando su segundo hijo y que se sentían “encantados” de comunicar la feliz noticia.
Aumenta la popularidad de la pareja real
El primogénito del príncipe Carlos y la fallecida Diana de Gales, de 32 años, ha visto cómo su agenda se ha engrosado en el último año, lo que es reflejo también, según los comentaristas reales, del aire fresco que aporta a la monarquía británica.
Estados Unidos, Japón o China han sido algunos de los destinos que han engrosado la agenda de Guillermo a nivel internacional, sin descuidar el apartado nacional, ya que los británicos ven a la pareja real como muy adaptada a los tiempos modernos.
Una de las últimas visitas de mayor relevancia fue la que realizaron los duques de Cambridge a Estados Unidos.
La popularidad de Guillermo aumentó especialmente tras su boda con la futura duquesa de Cambridge el 29 de abril en 2011 en la Abadía de Westminster, en Londres, el mismo templo donde se casó la reina Isabel II con el duque de Edimburgo en 1947.
De hecho, en algunas encuestas, Guillermo ha superado a su padre como popular miembro de la familia real.
Guillermo y Catalina también han dado el salto a las redes sociales para conectar mejor con sus conciudadanos y, junto con el príncipe Enrique, crearon una cuenta en la red social Twitter desde la que promocionan sus actos oficiales y fundaciones.
Meses atrás cuando se supo que los duques de Cambridge esperaban su segundo hijo, el anuncio se convirtió en ‘trending topic’ mundial con la etiqueta #RoyalBaby.
Tras una infancia en un entorno familiar difícil, por la separación de sus padres y la atención constante de la prensa, el duque de Cambridge se sitúa como la figura que representa el aire fresco que necesitaba la monarquía británica.
Prueba de ello es que en septiembre de 2013, dejó sus actividades en las Fuerzas Armadas para dedicarse de pleno a los compromisos oficiales, de cara a prepararse para su futuro papel como jefe del Estado.
Abraham Puche / EV Houston / EFE / Foto: Archivo