
Según las estimaciones de algunos ingenieros aeronáuticos, la nave podría continuar con su vuelo descontrolado por unos días más, y caería a la tierra entre el 3 y el 7 de mayo. Sin embargo, por estas horas especialistas intentan definir cómo lograr una caída controlada del carguero, ya que la falta de un rumbo fijo, hace que el espectro de dónde hará impacto el dispositivo sea demasiado amplio.
Las Progress M son naves de carga no tripuladas basadas en la nave Soyuz y comenzaron a utilizarse a finales de los años 70 para llevar suministros a las estaciones Salyut.
Sus dimensiones son de 7,23 x 2,1 metros (el diámetro máximo es de 2,72 metros en la base), con una envergadura de 10,7 metros contando los paneles solares.
La actual serie Progress M-M incorpora sistemas digitales y es la última versión de esta nave de carga. El 24 de agosto de 2011 un carguero ruso con suministros para la EEI se estrelló en Siberia, después del despegue, en lo que supuso el primer accidente de este tipo de naves en más de treinta años.
El accidente del Progress ocurrió poco después de que los cargueros y las naves Soyuz se convirtieran en el único eslabón entre la Tierra y la EEI, tras la jubilación de los transbordadores estadounidenses.
Al percance de 2011 continuó el fracaso del lanzamiento de la estación marciana Fobos-Grunt, en noviembre de 2012, que por un fallo quedó en la órbita terrestre en lugar de enfilar hacia Marte y supuso un duro revés para los planes rusos de exploración interplanetaria.
Con anterioridad, Rusia ya había perdido el satélite de telecomunicaciones Express-AM4, además de un satélite militar geodésico y otros tres satélites que había lanzado para completar su sistema de navegación GLONASS, análogo al GPS estadounidense.
Con información de Minutouno
EV Houston / Foto: Referencial