
La Asamblea General de la ONU adoptó una resolución que declara el 2 de abril como Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, con el objetivo de alertar acerca de esta enfermedad, cuya incidencia ha aumentado en todo el mundo.
El texto, promovido por Qatar y respaldado por otros 50 países, fue aprobado por consenso en el Comité de Derechos Humanos de la Asamblea General.
El documento plantea gran preocupación por la elevada incidencia del autismo en los niños de todo el mundo.
Asimismo, recuerda que el diagnóstico temprano, al igual que la investigación y la intervención apropiadas “son vitales para el crecimiento desarrollo”.
La resolución subraya también que la Convención de los Derechos del Niño estipula el derecho de los menores discapacitados a disfrutar de una vida plena y digna.
El autismo es una enfermedad incurable que afecta a seis de cada mil menores de 10 años y altera las capacidades de comunicación, relación e imaginación, sin que, por el momento, se conozcan sus causas exacta.
¿Qué es el autismo?
El autismo es un trastorno neurológico complejo que generalmente dura toda la vida. Es parte de un grupo de trastornos conocidos como trastornos del espectro autista (ASD por sus siglas en inglés).
Actualmente se diagnostica con autismo a 1 de cada 68 individuos y a 1 de cada 42 niños varones, haciéndolo más común que los casos de cáncer, diabetes y SIDA pediátricos combinados. Se presenta en cualquier grupo racial, étnico y social, y es cuatro veces más frecuente en los niños que en las niñas.
El autismo daña la capacidad de una persona para comunicarse y relacionarse con otros. También, está asociado con rutinas y comportamientos repetitivos, tales como arreglar objetos obsesivamente o seguir rutinas muy específicas. Los síntomas pueden oscilar desde leves hasta muy severos.
Los trastornos del espectro autista se pueden diagnosticar formalmente a la edad de 3 años, aunque nuevas investigaciones están retrocediendo la edad de diagnóstico a 6 meses. Normalmente son los padres quienes primero notan comportamientos poco comunes en su hijo o la incapacidad para alcanzar adecuadamente los hitos del desarrollo infantil. Algunos padres explican que su hijo parecía diferente desde su nacimiento y otros, que iba desarrollándose normalmente y luego perdía aptitudes.
Puede que inicialmente los pediatras descarten las señales del autismo pensando que el niño podrá alcanzar el nivel deseado y le aconsejan a los padres que esperen y vean cómo se desarrolla. Nuevas investigaciones muestran que cuando los padres sospechan que hay algo mal con su hijo, generalmente están en lo correcto. Si tienes inquietudes acerca del desarrollo de tu hijo, no esperes y habla con su pedíatra para que sea evaluado.
Si a tu niño lo han diagnosticado con autismo, una intervención temprana es crítica para que pueda beneficiarse al máximo de todas las terapias existentes. Aunque para los padres puede ser difícil etiquetar a un pequeño como “autista”, entre más pronto se haga el diagnóstico cuanto antes se podrá actuar.
Actualmente no existen medios efectivos para prevenir el autismo, ni tratamientos totalmente eficaces o cura. Sin embargo, las investigaciones indican que una intervención temprana en un entorno educativo apropiado, por lo menos por dos años durante la etapa preescolar, puede tener mejoras significativas para muchos niños pequeños con trastornos del espectro autista. Tan pronto como se diagnostique el autismo, la intervención temprana debe comenzar con programas eficaces, enfocados en el desarrollo de habilidades de comunicación, socialización y cognoscitivas.
Desempleo
Se calcula que más del 80% de los adultos con autismo están desempleados.
Las investigaciones indican que los empleadores están dejando escapar capacidades que se presentan de forma más habitual entre personas con trastornos del espectro autista que entre los trabajadores «neurotípicos», como una mayor competencia en el patrón de reconocimiento y en el razonamiento lógico, así como una mayor atención al detalle.
Entre las trabas que se deben superar para desencadenar este potencial encontramos: una escasez de formación profesional, un apoyo insuficiente a la inserción laboral y una discriminación generalizada.
La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró por unanimidad el 2 de abril como Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo para poner de relieve la necesidad de mejorar la calidad de vida de los niños y adultos autistas para que puedan tener una vida plena y digna.
¿Cómo relacionarnos con un autista?
El Centro Ann Sullivan del Perú (CASP) utiliza la frase “personas con habilidades diferentes” (referida a personas con autismo, síndrome de Down, parálisis cerebral o retraso en el desarrollo) con el propósito de que las familias, comunidades, colegios y lugares de trabajo presten especial atención a lo que estas personas pueden hacer, en lugar de lo que no pueden hacer.
Recuerde que las personas con habilidades diferentes:
- Comprenden más de lo que imaginamos. Si ellos no pueden hablar, mírelos y hable directamente con ellos, hágale preguntas que puedan responder con un si o no, e inclúyalos en las conversaciones con las personas encargadas de su cuidado y educación.
- Cuando se incluye a personas con habilidades diferentes en la sociedad, debemos presentarlos con su nombre como lo hacemos con todos, por ejemplo, “él es Pedro”.
- Desean ser tratados como otros de su misma edad cronológica y que se les incluya para aprender la manera de ser socialmente aceptados.
- Quieren ser tratados como los demás por su buen y no tan buen comportamiento y que se les enseñe las habilidades que necesitan para ser socialmente aceptados.
- No quieren ser el centro de atención de la familia, pero si ser incluidos en sus actividades para ayudarles a mejorar sus habilidades de comunicación y socialización.
- Necesitan escuchar a los padres y profesionales elogiar incluso sus mínimos logros, el estímulo los ayuda a seguir intentando. Nuestros comentarios positivos o negativos influyen en su motivación.
- No deberían estar presentes si las personas están hablando de las cosas que ellos no pueden hacer o lo que hacen mal, porque esto disminuye su autoestima y en consecuencia su motivación para ser independientes y tener éxito en la vida.
- Quieren que sus padres trabajen en equipo con los profesionales para incrementar su aprendizaje, avances y logros en la vida.
- Tienen habilidades y quienes los educan y trabajan con ellos deben enfocarse en las cosas que pueden hacer y no en las cosas que no pueden hacer o hacen mal. Enseñarles primero y luego darles la oportunidad de demostrar lo que ellos pueden hacer.
- Confían en sí mismos si sus familiares, amigos y aquellos que trabajan con ellos también confían en que pueden lograrlo. Si nosotros no esperamos mucho de ellos, entonces no creerán en sí mismos.
- Quieren que su educación comience temprano porque les puede tomar un poco más tiempo aprender, pero ellos pueden hacerlo y por eso necesitan empezar desde que son bebés.
- Quieren tener las mismas responsabilidades que los demás tienen en casa, en el trabajo y en la escuela.
- Quieren el mismo amor y protección que los otros niños reciben. La sobreprotección y el amor excesivo les impedirán ser independientes y exitosos en la vida como los demás.
Abraham Puche / EV Houston / Foto: Cortesía