
Una de las manifestaciones religiosas más significativas durante la conmemoración de la Semana Santa, es la procesión del Nazareno que se realiza este día junto a la imagen de Jesús encorvado llevando la Cruz a cuestas sobre su hombro izquierdo y su corona de espinas.
Este culto constituye una tradición de la ciudad caraqueña en la Semana Santa.
La tradición tuvo su inicio en 1674, cuando en Caracas solo habían seis iglesias, y el Arzobispo Fray Antonio González y Acuña, dispuso el Miércoles Santo como el Día del Nazareno.
La costumbre se realiza año tras año, todos los Miércoles Santo en la Basílica de Santa Teresa, donde desde 1876 se encuentra la imagen del Nazareno y que se llena de feligreses devotos para rendir culto al Santo.
Aunque no se tiene una referencia cronológica exacta sobre la llegada del Nazareno a Venezuela, se calcula que su origen podría ser posterior a 1656.
Cuenta una de sus historias más conocidas que en 1696, cuando la peste amarilla azotaba Caracas, el pueblo decidió sacar la imagen en procesión y tropezó en la esquina de Miracielos, en Caracas, con un limonero, del cual se desprendieron los frutos con los cuales se elaboró una bebida que dio la cura inmediata a las personas que padecían la enfermedad. Desde entonces, la feligresía le rinde tributo por sus favores.
Fue en abril de 1880 cuando la imagen y los objetos de culto que estaban en la Capilla de San Pablo se trasladaron a la Basílica de Santa Teresa. Desde la fecha, centenares de orquídeas, flor nacional de Venezuela, donadas por la feligresía, adornan al Nazareno de San Pablo.
María Fernanda González/EV Houston / Foto: Referencial