
El gobierno español decidió suspender, por tiempo indefinido, la venta de materiales antidisturbios (bombas lacrimógenas, perdigones, etc) a Venezuela, debido a la fuerte represión que ha ejercido la administración de Nicolás Maduro contra los manifestantes (en su mayoría estudiantes universitarios) que hasta la fecha ha dejado 39 fallecidos, unos 550 heridos y cientos de detenidos.
La información fue reseñada por el diario El País de España, que asegura haberla obtenido por fuentes vinculadas al gobierno de Mariano Rajoy. La medida es de carácter unilateral y fue tomada el 6 de marzo por la Junta Interministerial Reguladora del Comercio Exterior de Material de Defensa y Doble Uso, pero apenas ayer fue conocida por este importante medio de comunicación.
Hasta la fecha no hay ningún embargo internacional contra Venezuela como respuesta a las agresiones sufridas por los manifestantes ni por las violaciones a los Derechos Humanos.
Según estas mismas fuentes, Venezuela es uno de los principales clientes de España en la compra de materiales antimotines. Solamente en el primer semestre del año pasado Venezuela compró 16.016 euros en “colorantes para la fabricación de artificios pirotécnicos no letales”, sin embargo, los contratos pendientes a partir del 1ro de julio suben a 2.6 millones de euros, es decir, 50% más del total autorizado.
Según El País, la diplomacia española actúa con mucha cautela sobre esta medida ya que en Venezuela hay más de 100 empresas y unos 200 mil ciudadanos españoles, algunos de ellos con doble nacionalidad y que han sido detenidos por haber participado en las protestas contra Maduro. Hasta los momentos, el gobierno venezolano no ha colocado obstáculos para que estos venezolanos con nacionalidad española hayan recibido asistencia consular.
Abraham Puche / El Venezolano / Foto: Archivo