
El estudio “Shared Prospects: Hispanics and the Future of Houston”, realizado por el Kinder Institute for Urban Research de la Universidad de Rice revela, según explicó el sociólogo Stephen Klineberg (autor del estudio y director fundador de ese instituto de investigación), que hay tres historia sobre la ciudad relacionadas con los hispanos, comenzando por una poderosa estadística que muestra que el promedio de edad de los anglos en el Condado Harris es de 42, mientras que el promedio entre los latinos es de 27 y que apenas 21 por ciento de los niños menores de 5 años son anglos, y la mayoría, 54 por ciento, son latinos.
Agregó que los 76 millones de baby boomers, generación nacida entre 1946 y 1964, que mantuvieron a Houston como una ciudad eminentemente anglo se dirigen a la jubilación, y están siendo reemplazados por una comunidad muy diferente, mucho más multiétnica, mayoritariamente latina formada principalmente por hijos de inmigrantes, muchos de los cuales tienen un nivel educativo mucho menor.
“La gran historia aquí es que, dada esta transformación demográfica, el futuro de Houston está atado al futuro de los latinos”, lo cual presenta tanto oportunidades como retos para la ciudad, explicó Klineberg.
La investigación, que incluyó encuestas así como análisis comparativos con estudios previos del “Houston Area Survey” que realiza ese instituto todos los años, muestra aspectos que revelan a los inmigrantes latinos como una fuerza transformadora positiva para la ciudad.
Este mismo estudio revela que hispanos creen más que los anglos y los afroamericanos en que si trabajan duro saldrán adelante. También le dan más valor a la educación como aspecto básico para ser exitoso. De hecho, los hispanos nacidos en los Estados Unidos son el único grupo donde la obtención de diplomas universitarios muestra una significativa tendencia al aumento.
Sin embargo, el estudio muestra que a pesar del ímpetu sobre el trabajo y la educación, aún existe un gran desnivel educativo. Sólo 6.4 por ciento de los estudiantes del último año de escuela obtienen grados considerados como listos o superior en los exámenes estandarizados SAT o ACT, para entrar a la universidad comparado con los anglos, los asiáticos, aunque no muy distante de los afroamericanos.
En opinión de Klineberg, el reto de la ciudad está en atender estas realidades relacionadas con la pobreza y la educación de una población que va a ser cada vez más la manera cómo va a lucir Houston en el futuro.
“Lo que está previniendo el avance de los latinos son barreras inherentes a las desigualdades existentes en Houston relacionadas con la pobreza que limitan las probabilidades de desarrollar las habilidades necesarias para poder tener éxito en el siglo XXI, y que Houston va a necesitar porque eso es lo que vamos a ser en el siglo XXI”, concluyó.
Beatriz Isava-Cardozo/EVHouston / Foto: Referencial