
El líder opositor venezolano Leopoldo López, en prisión preventiva desde hace nueve meses, puso fin hoy a su negativa de presentarse ante el tribunal que lleva el juicio penal en su contra y dijo que lo hizo irradiando “fuerza y fe”.
López escribió en la red social Twitter que llegó al tribunal de Caracas “lleno de fuerza y fe” y que no claudicará en su empeño por seguir demostrando “las injusticias que sufren los venezolanos por un régimen corrupto, ineficiente y antidemocrático”, como se lo achaca al Gobierno del presidente Nicolás Maduro.
“Mi caso es un ejemplo de miles” de supuestas pruebas en ese sentido, añadió el líder del partido Voluntad Popular (VP).
Roberto Marreno, uno de los abogados del político opositor, tildó a su vez al Gobierno de Maduro de “bravucón” y previó que por lo mismo liberará próximamente a su defendido.
“Leopoldo López va a ser liberado; el Gobierno de Venezuela es de bravucones (que) dicen una cosa y hacen otra, y va a acatar” la recomendación que en ese sentido hizo el Grupo de Trabajo de Detenciones Arbitrarias de la Organización de la ONU, declaró a Efe.
La jueza de la causa, Susana Barreiro, rechazó la semana pasada la recomendación de esa instancia de la ONU tras alegar que no es vinculante, lo que Marreno contradijo y sostuvo que fue “una decisión apartada del derecho”.
Por ese motivo, reveló que ya recurrió a la Corte de Apelaciones, instancia que ahora, subrayó el abogado defensor, “tiene la oportunidad histórica de restablecer el sistema de derecho”.
López acudió hoy a una nueva audiencia judicial convocada por Barreiro y puso fin a su negativa, las tres oportunidades anteriores, de acudir al tribunal hasta que la jueza emitiera un pronunciamiento sobre la resolución del grupo de trabajo de la ONU.
Una vez que la jueza se pronunció, López autorizó a que hoy se le trasladara desde la celda que ocupa en una cárcel militar a las afueras de Caracas para continuar con el juicio que afronta, acusado de los delitos de instigación pública, agavillamiento (asociación para delinquir), daños a la propiedad e incendio.
Junto a otros líderes de oposición, entre ellos la exdiputada María Corina Machado, López convocó a una manifestación en el centro de Caracas el 12 de febrero pasado que tras culminar registró un ataque con bombas incendiarias a la sede de la Fiscalía, en una jornada que se saldó con tres muertos.
Ello dio comienzo a una oleada de protestas antigubernamentales que duró más de cuatro meses y que en algunas ocasiones degeneró en hechos violentos, lo que según el balance oficial dejó un total de 43 muertos, decenas de heridos y más de 3.000 detenidos.
Los muertos, la mayoría tiroteados, fueron manifestantes tanto afines como opositores a Maduro, agentes de la fuerza pública y transeúntes atrapados en el “fuego cruzado”.
El presidente venezolano acusó poco después a López de recurrir a la violencia, afirmación que el líder de VP siempre ha negado al argumentar que su estrategia en busca de la salida de Maduro de la Presidencia respeta extremos constitucionales, entre ellos el derecho a la petición de la renuncia voluntaria.
“¿Qué tal si Maduro en vez de “escuchar” a quienes piden que aumente la gasolina “escucha” al 80 % del país que le pide la renuncia?”, escribió hoy la exdiputada Machado, asimismo en Twitter.
Tras entregarse voluntariamente y acompañado de miles de simpatizantes el 18 de febrero, el juicio en su contra comenzó el 23 de julio entre quejas iniciales de sus abogados por la negativa de la jueza a aceptar en la audiencia preliminar la totalidad de las pruebas facilitadas por ellos para la defensa del político.
EFE / foto: EFE