
El actor mexicano Héctor Arredondo falleció en la Ciudad de México a los 44 años de un cáncer de páncreas fulminante que le fue diagnosticado hace tan solo dos meses.
La noticia fue confirmada por el departamento de prensa de Azteca, televisora donde laboró por 13 años y donde protagonizó su mayor éxito en la telenovela “Las Bravo”.
El 8 de noviembre, cuando salió del hospital, dijo que no se sometería a quimioterapias y que optaría por remedios alternativos. El actor estaba separado y tenía dos hijas.
El pasado mes de septiembre al actor le fue detectada la enfermedad y tras ver el avance de la misma, el actor lo comunicó a sus seguidores y agradeció el apoyo con un último tuit.
¿Cuál fue el tratamiento “alternativo” que no le salvó la vida?
El actor prefirió someterse a un tratamiento “alternativo” denominado “Medicina Cuántica” en vez de las tradicionales quimioterapias y radioterapias que la medicina convencional emplea contra el cáncer.
El concepto principal de la medicina cuántica nos da una percepción algo ‘diferente’ de nuestro cuerpo. Según indica esta terapia alternativa, todo lo que conforma nuestro organismo tiene una armonía que nos permite vivir sanos y sin malestares.
Cuando esta calma se perturba, lo que es llamado ‘alteración’ o ‘incoherencia’, aparecen las enfermedades. Por ende, las mismas son señales que nos advierten que nuestro cuerpo no tiene la ‘sintonía’ de antes.
Las terapias usadas bajo este método tratarán de retomar la armonía energética que tiene el cuerpo, permitiendo que este detecte el mal y ataque el padecimiento.
La American Academy of Quantum Medicine sugiere, en una de sus partes, que los enfermos tienen una ‘caótica comunicación bio-fotónica celular’. En pocas palabras, los males son el resultado de una pésima comunicación a nivel celular.
No obstante, en un informe para la organización Quackwatch, que se encarga de desmitificar terapias alternativas, el médico Stephen Barrett afirma que si bien la medicina cuántica utiliza términos científicos es en realidad un sinsentido.
No solo eso. Barret asegura que muchas de las personas que dicen practicar medicina cuántica en Estados Unidos no tienen certificación alguna como profesionales de la salud.
EV Houston / Foto: Archivo