El próximo 3 de enero cumplirá 46 años, pero hoy celebra otro aniversario, el más amargo: el 29 diciembre 2013, Michael Schumacher a punto estuvo de perder la vida cuando tropezó con una roca mientras esquiaba a 30 Kms por hora en una pista de Méribel (Alpes franceses). Aquel día el piloto alemán se precipitó a un pozo de oscuridad.
En su larga y penosa carrera hacia la recuperación, Sumacher mejora muy lentamente ayudado por su familia, un equipo de 15 especialistas operativo las 24 horas del día y varias máquinas.
Desde el 10 de septiembre, en el invernadero de «La Réserve», su villa suiza en Gland (a orillas del lago Leman), reconvertida en clínica tras una inversión de 12 millones de euros, se intenta despertar a Schumi a una vida más plena, entre el azul de las orquídeas de Birmania, el perfume de la Bauhinia blakeana de Hong-Kong, los sonidos del bosque o las gotas de agua que le dejan caer por la cara para que reaccione.
Aquí trabajan por turnos neurólogos, fisioterapeutas y logopedas dirigidos por uno de los mayores expertos del mundo en el cerebro, el profesor británico Richard Frackowiack. Al invernadero también se ha trasladado un robot y se han instalado máquinas para estimular sus músculos. Pero, sobre todo, Schumi cuenta con el cariño de Corinna, su esposa, y de sus hijos Gina Maria (17 años) y Mick (15).
Entre la escasa información que se ha filtrado desde el cerrado círculo del piloto hay un especialmente emocionante: Michael Schumacher reacciona a las voces de su familia y a los ladridos de sus perros. A veces se le saltan las lágrimas y, otras, responde con un parpadeo. Es, de momento, su única vía de comunicación dentro de un cuerpo paralizado de 50 kilos. «En ocasiones sale del sopor en que se encuentra, pero no creo que recuerde nada», manifestó Philippe Streiff, expiloto de F1, quien le vio antes de Navidad.
De hecho, Schumacher había sido sometido a dos operaciones desesperadas en el cerebro y casi seis meses de coma inducido en un hospital de Grenoble antes de ser trasladado al hospital de Vaudois de Lausana (Suiza) y, más tarde, a «La Réserve».
Los patrocinantes le dan la espalda
El mundo de los negocios no entiende de sentimentalismos. Es lo que ocurre con Michael Schumacher.
El expiloto alemán de Fórmula 1 está viendo cómo su convalecencia le está costando contratos de patrocinio.
Según el portal suizo Bluewin, dos firmas de moda (Navyboot y Jet Set) han cortado sus vínculos contractuales con el heptacampeón. Estos contratos suponían para Schumacher unos ingresos de en torno a 5 millones de euros.
No son los primeros que le dan la espalda al piloto. La compañía de agua minera Rosbacher ya finiquitó su contrato con Schumacher a primeros de año (pese a que al poco del accidente, apoyó al deportista).
La prensa suiza hace hincapié en la difícil posición de las empresas: \\\\\\\”invierten mucho dinero al año y no reciben nada a cambio desde el accidente\\\\\\\”, dicen. Pero además, se enfrentan a un deilema: dar por perdido ese dinero o someterse a las críticas de la opinión pública por dejar a Schumacher en un momento tan complicado.
Mientras, Schumacher permanece convaleciente en su casa de Suiza, rodeado de su familia, postrado en una silla de ruedas, con problemas de memoria y sin poder hablar.
Pocas visitas
Otra de las escasas personas cuyas visitas a la villa están permitidas esJean Todt, presidente de la Federación Automovilística Internacional y amigo íntimo. «Michael es joven, está haciendo progresos y tiene mucho por delante para volver a una vida relativamente normal», afirma. Por su parte, la portavoz de la familia Sabine Kehm se muestra tan cauta como siempre: «Hay que tener paciencia, su mejoría es constante, pero la recuperación será lenta y difícil. Aunque la familia agradece las muestras de afecto, no es justo decir más. Pedimos respeto y discreción».
El interés por Schumacher no ha decrecido en los últimos tiempos. Incluso, aliñado con el morbo. Una web rusa colocó una cámara en torno a «La Réserve» con la que filmaba todos los movimientos en la villa hasta que intervino la policía. La revista «Die Aktuelle» sacó a portada una foto del piloto tomando el sol sentado, con gafas oscuras y chaqueta negra, como si fuera actual, pero se realizó antes de su accidente. La palabra «Schumacher» ha sido la más buscada en Google durante 2014.
Mientras, se echan cuentas del dinero que ha podido perder por los patrocinadores que le han abandonado, más o menos cuatro millones, y por los gastos por su tratamiento: 130.000 euros a la semana. Es una cantidad que la familia se puede permitir con una fortuna de 500 millones de euros. Su portavoz considera que «se ha exagerado sobre los abandonos de patrocinadores, porque casi todos han permanecido», en especial Mercedes.
El doctor Gary Harstein, exmédico en la F1, es quien más pesimista se muestra: «Hay que resignarse, Michael jamás volverá a ser como antes; nadie se despierta sin consecuencias tras meses en estado vegetativo». En «La Réserve», pese a todo, se mantiene la esperanza de que Schumacher recupere su vida.
Abraham Puche / EV Houston / Foto: Archivo