El canciller de Venezuela, Rafael Ramírez, aseguró hoy que las sanciones que aprobó Estados Unidos contra un grupo de funcionarios venezolanos no causarán “ningún daño” al oficialismo, pero alertó de que la medida es un “incentivo” a grupos ilegales desestabilizadores.
“Lo más grave de las sanciones de EE.UU. no tiene que ver con que vayan a causarnos ningún daño a nosotros, tiene que ver con que es un cheque en blanco, es un incentivo a los grupos que dentro de Venezuela están al margen de la ley, están al margen de la Constitución”, dijo en entrevista al canal regional Telesur.
Según Ramírez, estas sanciones promoverán iniciativas como la que a principios de año impulsó un sector de la oposición venezolana, bautizada como “La Salida”, que proponía asambleas para discutir opciones para acelerar la culminación del mandato del presidente Nicolás Maduro y que llamó a marchas y protestas antigubernamentales.
Las sanciones buscarían, de acuerdo con el ministro de Exteriores, “promover la acción del fascismo” en el país.
No obstante, el canciller quiso aclarar “al pueblo” que “a la revolución bolivariana” estas sanciones no le afectan.
“Nos fortalecen estas agresiones porque cohesionan la unidad de nuestro pueblo, hacen un importante llamado de atención hacia la verdadera característica, la verdadera naturaleza del imperialismo norteamericano”, comentó.
Señaló que tanto el Congreso como el presidente de Estados Unidos, Barack Obama “buscaron la vía equivocada” si las sanciones pretendían “aislar” al país, “debilitarlo” o “atemorizar” a los dirigentes chavistas.
De acuerdo con Ramírez, las medidas “no tienen nada que ver con derechos humanos porque si así fuese Estados Unidos tendría que autosancionarse” y atribuyó a las “banderas del socialismo” que Venezuela levanta la causa de las “agresiones”.
“Esta es una política que está condenada al fracaso, esperemos que no pasen 53 años, como tuvieron que pasar para que Obama reconociera que fue un fracaso su política hacia Cuba. Desde ya esa política es un fracaso para Venezuela porque Venezuela además es un país de mucho más peso y de mucha mayor dimensión en lo que significa la realidad actual para Suramérica”, dijo.
Apuntó que Venezuela ya está denunciando lo que calificó como “política de agresiones” de parte de Estados Unidos “en todos los foros” y que ya se ha obtenido el apoyo de los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA) y del Mercosur.
“Vamos a tener una declaración de la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) y de Petrocaribe”, indicó y agregó que Venezuela se reserva “un conjunto de medidas para responder a esta situación para defender y llevar las relaciones a un nivel que se corresponda con la situación actual”.
El presidente estadounidense refrendó ayer la Ley para la Defensa de los Derechos Humanos y Sociedad Civil de Venezuela, que incluye la congelación de activos y la prohibición para emitir visados a funcionarios venezolanos relacionados, según EE.UU., con la violencia y la represión durante la ola de protestas antigubernamentales que vivió el país los primeros meses del año.
Obama autorizó las sanciones un día después de que anunciara el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Cuba, principal aliado de Venezuela en la región.
Sobre este tema, Ramírez se limitó a decir que es “una contradicción” que Obama restablezca lazos con Cuba y en las siguientes horas firme las sanciones contra los funcionarios venezolanos.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo ayer que Obama, dio “un paso en falso” en contra de su país al firmar las “insolentes medidas” aprobadas por el Congreso “a pesar del rechazo nacional y continental”.
EV Houston / Foto: Referencial