La retirada de tres veteranos senadores demócratas en Montana, Dakota de Sur y Virginia Occidental, hasta ahora solidos bastiones del Partido Demócrata, ha abierto la contienda a los republicanos, que cuentan con esos puestos para retomar el control del Senado el 4 de noviembre.
En los comicios de ese día se renovará toda la Cámara de Representantes, que previsiblemente seguirá en manos republicanas, y un tercio del Senado, donde los conservadores solo necesitan seis escaños más para arrebatar la mayoría a los demócratas.
Uno de los estados clave en esa batalla electoral es Montana, donde Max Baucus, quien había sido senador por el estado desde 1978 y uno de los miembros más influyentes entre los congresistas demócratas, anunció el pasado año su intención de dejar el escaño.
Sin embargo, lejos de abandonar la política a sus 72 años de edad, Baucus aceptó una nueva misión por parte de la Casa Blanca: asumir la embajada en China, para cuyo cargo fue confirmado de manera abrumadora hace seis meses.
También procedente de la región noroeste y en otro estado de escasa población urbana como Dakota del Sur, Tim Johnson, de 67 años, decidió en 2013 no presentarse a la reelección como senador, cargo que tenía desde 1996, después de haber sido previamente miembro de la Cámara de Representantes durante ocho años.
Hasta ahora presidente del poderoso comité Bancario del Senado, Johnson, que en 2006 tuvo que ausentarse del Congreso durante un año por una hemorragia cerebral, había sufrido diversos problemas de salud.
Asimismo, el senador por Virginia Occidental Jay Rockefeller, miembro de la adinerada saga del magnate petrolero John D. Rockefeller, dejará vacante un puesto que ha ocupado de manera continuada desde 1985.
El veterano senador, de 77 años, estaba al frente del comité de Comercio del Senado y era un firme defensor de la industria del carbón en el estado, algo que le enfrentó en numerosas ocasiones al presidente Barack Obama.
Baucus, Johnson y Rockefeller tienen en común, además de su influencia y veteranía, el hecho de haber mantenido el peso demócrata en estados vinculados a los republicanos durante décadas y con gran peso rural.
Por ello, las encuestas plantean estos tres asientos como trampolines casi seguros para los nuevos aspirantes republicanos, todos con ventajas de más de diez puntos, lo que les permite acercarse aún más a la mayoría en el Senado.
Actualmente, los demócratas controlan la cámara alta, con 55 votos frente a 45, por lo que los republicanos necesitan 6 escaños para arrebatarles la mayoría.
Con Montana, Dakota del Sur y Virginia Occidental del lado republicano, los conservadores solo necesitan tres victorias más para consolidar el control del Congreso, donde ya dominan con holgura la Cámara de Representantes, y elevan así notablemente sus posibilidades de una severa derrota demócrata el 4 de noviembre.
A estos tres estados, se añade la disputada contienda en Iowa, donde otro senador demócrata, Tom Harkin, que llevaba en el Congreso desde 1985, deja otro asiento en el aire.
De acuerdo con los últimos sondeos, la candidata republicana Joni Ernst, popular por sus llamativos anuncios de campaña de celebración de la vida granjera, tiene una ligera ventaja respecto al demócrata Bruce Braley, quien ha contado en los últimos días con el respaldo del vicepresidente Joe Biden y la primera dama, Michelle Obama.
Pero los demócratas no son los únicos en ver un escaño en riesgo por la retirada de un veterano senador.
En Georgia, Saxby Chambliss, con más de una década de experiencia, también abandona la política en Washington.
Y su vacante es objeto de una reñida disputa entre el aspirante republicano David Perdue y la demócrata Michelle Nunn, a quienes las encuestas sitúan técnicamente empatados.
No toda salida es, sin embargo, sinónimo de cambio de rumbo político.
Otros dos senadores con amplia experiencia como Carl Levin, demócrata por Michigan, y Mike Johanns, republicano por Nebraska, dejarán su puesto, pero ambos partidos han logrado mantener el control y no permitir que el estado se convierta en batalla electoral.
En Oklahoma, la salida del carismático republicano Tom Coburn, antes del fin de su mandato en 2016, ha provocado una elección especial en la que los republicanos no parecen ver en riesgo el escaño.
Finalmente, el fallecimiento del demócrata por Hawai Daniel Inouye, en diciembre de 2012, quien era hasta entonces temía el récord de haber estado más de medio siglo en el Congreso, deja una elección en el estado del Pacífico en la que cuentan con clara ventaja los demócratas.
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