
El desplome de los precios del petróleo y el drástico aumento del precio del dólar en la frontera colombo-venezolana ocasionarán una hiperinflación como nunca antes vista en Venezuela. El Gobierno tendrá que tomar medidas económicas nada populares, como el aumento del precio de la gasolina, lo que incidirá aún más en la debilitada economía nacional.
Según un reciente informe de la firma internacional Polinomics, se estima que el precio del dólar paralelo subirá en 148%, aunque todo dependerá de la respuesta que dé el gobierno de Nicolás Maduro frente a la caída del precio del barril de crudo.
Según el economista Gustavo Rojas, el Gobierno venezolano “está atrapado en un escenario sin escapatoria en el que debe efectuar los ajustes correspondientes. La única opción que tiene es ser bastante heterodoxo y ser permisivo con el dólar no oficial, lo cual implica una devaluación no anunciada para reducir el costo político del ajuste” ante las elecciones parlamentarias de finales de 2015.
Todavía se analizan diversas opciones, como el aumento de la gasolina, recortes al gasto público y la venta de activos, pero la mayoría tendrán costos políticos a pesar de que Maduro ha reiterado que no afectará el presupuesto para los programas sociales.
Rojas apuntó que Maduro tuvo la oportunidad, a principios de este año, de haber flexibilizado el control cambiario a través de legalizar el mercado permuta o la unificación del cambio del dólar, no obstante, prefirió mantener su discurso político en contra del sector privado para tratar de subir puntos en las encuestas que, hasta la fecha, sitúan su popularidad en apenas 35%.
Ante el desplome del petróleo y la profundización de la crisis económica, el Gobierno tendrá que dar un vuelco a su modelo económico, sin embargo, es posible que tampoco tendrá dinero para seguir “comprando voluntades”.
Polinomics estima que, a finales de 2015, Venezuela tendrá menos 10 mil millones de dólares en reservas internacionales frente a 9 mil millones de dólares de deuda externa sin contar la deuda que se mantiene con empresas privadas de medicamentos, alimentos, automotriz y aerolíneas. Si se mantienen las mismas políticas económicas, la inflación para 2015 no bajará del 68%.
Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, propone tres escenarios con alto costo político para el próximo año: mantener el cambio del dólar a Bs. 6,30 y las tasas actuales de Sicad I y II, pero el dólar paralelo no bajará de Bs. 170. Si se elimina el cambio a Bs. 6,30 y el Gobierno logra disminuir el déficit fiscal, prevé que el dólar paralelo tendrá un piso de Bs. 132. La tercera opción es que el Gobierno unifique el cambio del dólar a Bs. 25, por lo que el dólar paralelo tendrá un piso de Bs. 150. “No veo ningún elemento para pensar que el dólar paralelo pueda caer”, puntualizó Oliveros.
Polinomics propone una solución: devaluación, unificación y flexibilización del control cambiario, o alguna opción que se traduzca en mayor acceso a divisas al sector privado. Las medidas vendrían acompañadas de una reducción del gasto público y el reconocimiento verdadero del valor en el mercado del dólar.
Con el dólar libre, las empresas tendrán que adquirirlo a una tasa más costosa y serán más costosas las importaciones. Sin embargo, el Ejecutivo intentará mantener una tasa “simbólica” de 6,30 bolívares y algún acuerdo para mantener los precios bajos.
Abraham Puche/EVHouston / Foto: EFE