
La descorazonada periodista que lanzó patadas y zancadillas contra los refugiados sirios envió una carta pública al diario Magyar Nemzet, donde justificó su terrible conducta al decir que se encontraba en “estado de shock” y negó ser racista.
“La cámara estaba grabando, cientos de migrantes rompieron el cordón policial, unos de ellos se abalanzaron hacia a mí y yo estaba asustada”, comenzó el escrito de la camarógrafa que fue mundialmente repudiada luego de que Stephan Richter, un periodista del canal de televisión alemán RTL, publicara las imágenes en Twitter en las que se la ve pateando a varios refugiados sirios que cruzaron la separación policial en Röszke, en la frontera húngaro-serbia.
“Entonces, algo se rompió dentro de mí … yo sólo pensaba que estaba siendo atacada y tenía que protegerme. Es difícil tomar buenas decisiones cuando la gente está en estado de pánico”, narró Petra László, quien podría ser condenada hasta a 7 años de prisión por la denuncia por violencia agravada que pesa sobre ella.
Sin embargo, a pesar de las justificaciones, aseguró que “está dispuesta a asumir su responsabilidad” y dijo que no es una “desalmada, racista, camarógrafa pateadora de niños. Yo no merezco una caza de brujas política contra mí, ni las manchas o las amenazas de muerte”.
“Sólo soy una madre desempleada de los niños pequeños que tomé una mala decisión. Lo siento de verdad”, se lamentó László.
Luego de los lamentables hechos propiciados por esta mujer, el canal para el cual trabajaba informó que su comportamiento era “inaceptable” y su trabajo se había terminado “con efecto inmediato”.
Por su parte, este jueves, oficiales húngaros conformaron la noticia que un caso penal se había abierto en su contra. Sandor Toro, el fiscal jefe adjunto del condado de Csongrád, dijo: “En el curso de la investigación, las autoridades examinarán también si los crímenes son más graves”.
María Fernanda González/EV Houston / Foto: Referencial