Un grupo de investigadores ha descubierto que el uso de un tipo de bacteriocina en el procesamiento de los alimentos puede ayudar a reducir la presencia en ellos de la bacteria E.coli, según un estudio publicado hoy en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU.
La Escherichiacoli, conocida como E.coli, es una de las principales causas de infecciones bacterianas en todo el mundo y, solo en Estados Unidos, deja un saldo anual de 100.000 enfermos, 3.000 hospitalizaciones y 90 muertos, de acuerdo con los investigadores.
Esas infecciones están relacionadas normalmente con el consumo de alimentos de origen animal o vegetal contaminados por la E.coli.
Actualmente no existen “métodos eficaces” contra esa bacteria, más allá de medidas de higiene como lavarse las manos antes de preparar los alimentos o cocinar bien los productos de origen animal.
Las colicinas son un tipo de bacteriocinas -antimicrobianos de naturaleza proteica que son muy activos frente a patógenos- producidas por cepas de E.coli que inhiben o matan el crecimiento de otras cepas.
Los investigadores proponen usar esas colicinas en el procesamiento de alimentos de origen animal y vegetal, puesto que varios experimentos realizados en carne y plantas comestibles como la espinaca demostraron que son “altamente y ampliamente activas” contra las principales cepas de E.coli.
La bacteria E.coli se encuentra normalmente en el intestino del ser humano y de otros animales.
Puede causar infecciones intestinales y extraintestinales, generalmente graves, como infecciones del aparato excretor, las vías urinarias, cistitis, meningitis, peritonitis, mastitis, septicemia y neumonía.
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